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jueves, 13 de febrero de 2014

UN EX ALTO CARGO DE UGT AHORA EN PASCUAL TELEDIRIGE UNA VERGONZOSA RUEDA DE PRENSA


Un ex alto cargo de UGT, ahora con Pascual, teledirige una vergonzosa rueda de prensa en San Rafael

Este miércoles, en la Clínica San Rafael de Cádiz, el presidente del comité de intercentros de la empresa José Manuel Pascual Pascual SA, José María Manzano, acompañado por la presidenta del comité de empresa de la Clínica San Rafael, María del Mar González, por la secretaria del citado comité de empresa, Reyes Ragel, y por el secretario provincial de la FSP de la UGT, José Porras Naranjo, ofreció una rueda de prensa que luego derivó en un esperpento ante la aparición de una misteriosa figura que desde el fondo de la sala intentó controlar tanto lo que decían los propios trabajadores como lo que preguntaban los profesionales de la prensa que allí se dieron cita.

La rueda de prensa ya comenzó con mal pie cuando se pidió a los periodistas que dijeran sus nombres y a qué medios pertenecían, algo nada habitual. También resultó extraña la presencia de un hombre, de unos sesenta años, elegante y de ojos claros, quien en todo momento parecía supervisar todo lo que decían los representantes de los trabajadores. 

Ambiente tenso

Pero más extrañó resultó ver cómo daba indicaciones a una mujer morena que estaba a su lado, para que ésta se desplazara hasta la mesa y hablase al oído de los miembros del comité de empresa, los cuales luego reproducían lo que les habían dicho desde el fondo de la sala.

Y más inquietante aún fue ver como ese personaje misterioso increpó a uno de los periodistas tras realizar una pregunta. “Es que no te has leído el escrito…”, le dijo de mala forma, en referencia al escrito de cuatro folios que se repartió entre los medios de comunicación y que el comité de empresa leyó de forma íntegra… los cuatro folios.   Luego una periodista lanzó otra pregunta, y este mismo personaje, siempre sentado en la parte posterior de la sala, le espetó: “Eso ya ha salido en prensa, ¿es que no lees el Diario?”. Eso fue el colmo, y el resto de compañeros comenzamos a protestar y le instamos a que se pusiera delante de las cámaras y que diera él la rueda de prensa. Él se limitó a decir que no se lo permitían… ¿Quién no se lo permitía? Ni idea, porque se comportaba como un jefe  y parecía tener controlado hasta al comité de empresa.

La tensión en la sala era ya una realidad casi palpable. Incluso varios medios retiramos los micrófonos porque incluso se nos dijo en un momento cómo debíamos hacer nuestro trabajo, es decir, que por qué no le preguntábamos al delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Cádiz, Fernando López Gil, si mentía al decir que la Consejería de Salud proponía una rebaja del 2,3 por ciento en el concierto, cuando según el comité de empresa, esa rebaja es del 33 por ciento. Algo que los medios de comunicación, al menos este en el que escribo, sí han hecho y se han publicado ambas versiones.

Al terminar la rueda de prensa, el que escribe quiso saber el nombre del personaje misterioso del fondo de la sala, ese hombre que parecía querer controlar todo lo que allí sucedía. Lo raro es que nadie, ninguno de los miembros del comité de empresa, me quisieron decir quién era… unos decían que no lo sabían ¿?, otros que no podían decirlo… ¿pero quién se lo impedía?

Aquí también queremos destacar la extraña presencia de José Porras Naranjo, puesto que este representante de la UGT es el secretario provincial de la Federación de Servicios Públicos, y por ende, su responsabilidad abarca los problemas de los funcionarios públicos y no, en teoría, los problemas que puedan surgir en una empresa privada, por más conciertos que tenga con una administración pública. Pero quizás su presencia tenga que ver con el misterioso personaje del fondo de la sala, ese hombre que trató de controlar la rueda de prensa.

¿Nadie sabe quién es?

Un personaje que nadie nos quería decir quién era, aunque VIVA CÁDIZ pudo averiguar con posterioridad que se trata de José Luis González Tapia, un lugarteniente de Pascual.

Resulta cuanto menos curioso que González Tapia fue desde  1982 hasta 1990 fue secretario general de Sanidad de la Unión General de Trabajadores, UGT, y que, también curiosamente, en 1999 fundó la empresa Mosponuba, con la que se hizo cargo de la gestión de los Recursos Humanos y Sociales de la empresa, Pascual S.A, tal y como en su día publicaba Libertad Digital cuando trató el tristemente famoso caso de las minifaldas en la clínica de San Rafael, cuyo escándalo publicó en primicia VIVA CÁDIZ hace casi seis años.

Este medio, rebuscando en las hemerotecas, pudo confirmar que el enigmático personaje es José Luis González Tapia, que aparecía en su día en la web de la empresa Pascual como consejero editorial.  Su relación con UGT podría explicar la presencia ayer de José Porras Naranjo como único apoyo sindical exterior.

Él, González Tapia, dijo que era un simple "trabajador”, , pero su actitud decía todo lo contrario. Y es que sigue extrañando el hecho que desde el comité de empresa nos dijeran, repetidas veces, que no sabían quién era, algo imposible, pues sus gestos y sus acciones dejaban claro que era quien llevaba la voz cantante.

Hablan los trabajadores

En cuanto a la rueda de prensa en sí,  los representantes de los trabajadores volvieron a insistir en que la rebaja que plantea la Junta de Andalucía en el concierto con la empresa Pascual es del 33 por ciento, y no del 2,3 por ciento. También hablaron de la manifestación que tendrá lugar este jueves en Sevilla, donde frente a la sede de la citada Consejería de Salud se congregarán, en una gran “marea azul”, los trabajadores de los seis centros hospitalarios que la empresa Pascual Pascual SA tiene concertadas con el Servicio Andaluz de Salud.

Consideran que el cambio en el modelo de contratación que propone la Junta de Andalucía “no garantiza un mínimo asistencial” por lo que “pone en riesgo que puedan mantenerse abiertos” y han vuelto a pedir a la consejera de Salud, María José Sánchez Rubio, que dimita por “mentir a los trabajadores” o “cese a quienes la hayan engañado”. El comité considera que la reducción del concierto, que expiró el 31 de enero, es “una medida obligada por determinados planteamientos ideológicos que pueda haber en el gobierno de coalición” de la Junta, en clara referencia a Izquierda Unida, más que una medida de “eficacia de la Sanidad Pública Andaluza”.

De hecho, asegura que, de llevarse a término, tendrá consecuencias graves “en el aumento de las listas de espera”, la “disminución de servicios y prestaciones sanitarias” además de abocar al cierre a una importante empresa andaluza.

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