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lunes, 2 de septiembre de 2013

INCENDIEMOS EL PENSAMIENTO PATRIOTICO


Incendiemos el pensamiento patriótico

Cuando hablamos de incendiar la patria, y más arriesgado aún, de entender dicha concepción cómo una ilusión determinada por la cultura del capital no nos referimos sólo a prenderle fuego a las banderas chilenas u otros símbolos representativos de la contrucción patriótica de las naciones o el poder estatal. Es posible que aquellos actos reivindicativos e insurrectos sean solo la consecuencia de lo que realmente nos gustaría llamar e incentivar. Hablamos de incendiar el pensamiento patriótico incrustado en nuestras cabezas, nos referimos a destruir e extirpar la xenofobia y otras expresiones que a través del lenguaje y la conducta cotidiana se reproducen y perpetúan en nuestras vidas.

 En actividades de las cuales como grupo editor de una publicación antiautoritaria hemos sido parte nos hemos encontrado con varios compañe­ros que han criticado la patria a raíz de las matanzas que en el nombre de está se han ejecutado, argumentan los más de doscientos años de opresión de la nación chilena contra el pueblo Mapuche (sumados años previos de opresión colonial española), o por qué no decirlo también, los no menos años de explotación de la aristocracia patriótica contra los sectores populares, estamos de acuerdo en tales críticas, sabemos que los emisores no las disparan con malas intenciones, pero nos hemos percatado también que no profundizan en tales argumentos, puesto que descubrimos en ellos conductas y lenguajes que perpetúan la construcción patriótica, por ejemplo: muchos de ellos esperan ansiosos el partido de fútbol de la selección chilena, o participan sin cuestionarse si quiera de las prontas ramadas y fondas (las alternativas vegetarianas o veganas participan en el mismo espectáculo cultural) que no son más que cuestiones ritualisticas que veneran la patria chilena, esa representación máxima de la opresión autoritaria contra el explotado, el oprimido, que en estos tiempos va más allá de la construcción romántica del obrero. Es todo aquel esclavo alienado einfeliz que dejó de soñar y pensar

Grupo El Amanecer Anarquista.

Septiembre 2013.

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