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lunes, 12 de agosto de 2013

LA IGLESIA


LA IGLESIA

 

¡Pueblo detente!  No entres a la Iglesia

Donde moran el lujo y la riqueza

Donde vive borracho de grandeza

Un hombre que predica la humildad

 

¡Pueblo detente!  Porque allí se incuba

Bajo el calor de una moral insana

Entre el ancho nidal de la sotana

¡El vicio, la mentira y la maldad!

 

¡Pueblo detente!  No entres a la Iglesia

Infecto lodazal en donde el cura

Remueve la inmundicia más impura

Salpicando con ella en derredor

 

¡Ay!  A veces las cándidas conciencias

Suele manchar cual virus venenoso

El horrendo contacto contagioso

Del que llaman ministro del Señor

 

¡Aléjate de allí!  Pueblo, si quieres

Que no mueran tan grandes rebeldías

Que allí intentan vencer tus energías

Con el aruna traidora de la fe.

La fe; ¿sabes lo que es?  Es la ignorancia

Que infunden los frailes sin sonrojos

Negra venda que cae sobre los ojos

Del creyente infeliz que nada ve.

Yo quisiera morir, ¡Oh, pueblo mío!

Antes que verte manso y reducido

Y cual débil rebaño conducido, al que han dado a llamar templo de Dios

Cuando es solo altar de las mentiras

Antro horrible de pútridas pasiones

Que enardecen los viles corazones

En esos que fingen ir al cielo en pos

 

La Iglesia es la serpiente oscura, bicho inmundo

Gigantesco reptil que da la vuelta al mundo.

 

GUERRA JUNQUEIRO

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