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martes, 12 de marzo de 2013

LOS ASTILLEROS SE ECHAN A LA CALLE EL JUEVES PARA RECLAMAR TRABAJO


Los astilleros se echan a la calle el jueves para reclamar trabajo

La iniciativa de los trabajadores del astillero de Puerto Real ha tenido finalmente un efecto dominó en el resto de centros de producción de Navantia. La plantilla acordó la semana pasada celebrar el próximo 14 de marzo un encierro simbólico en el interior de la factoría y, posteriormente, una marcha a pie hasta el Ayuntamiento de la localidad. La medida ha calado hondo. Así, los astilleros gallegos de Ferrol y Fene realizarán también concentraciones en demanda de carga de trabajo. Igualmente, los trabajadores de la planta de Cartagena secundarán esta jornada de movilización. La iniciativa también la seguirán los empleados de las oficinas centrales, en Madrid. En cuanto a Cádiz, el presidente del comité de empresa, Juan Bedeli (UGT), confirmó ayer a este periódico la convocatoria de una manifestación en la capital que discurrirá por la carretera Industrial a partir de las 13 horas y acabará en la plaza de San Juan de Dios, frente al Ayuntamiento. Los trabajadores pedirán allí el apoyo expreso de la alcaldesa, Teófila Martínez, a sus reivindicaciones. Reclaman la salvación de la compañía, que es el motor de la economía gaditana.

La jornada de protesta coincidirá, casi con toda seguridad, con la celebración el jueves del Consejo de Administración de la compañía, donde se darán a conocer los datos contables de 2012. Distintas fuentes consultadas por este periódico han coincidido en señalar que Navantia arrojará unas pérdidas superiores a los 80 millones de euros, más del doble de las que tuvo en 2011. El presidente de esta empresa pública, José Manuel Revuelta, ha reconocido que la situación de la compañía «es muy difícil». Navantia lleva desde 2007 sin firmar un contrato para la construcción de barcos. De hecho, la planta de Puerto Real lleva trece meses sin actividad, mientras que la de San Fernando sobrevive con cargas puntuales como, por ejemplo, la construcción de doce lanchas de desembarco para la Marina australiana. La situación es muy similar en las plantas gallegas. Se trata de una situación insostenible. Tanto el presidente de la compañía como su consejero delegado, Jaime de Rábago, han anunciado al Comité Intercentros algunas medidas de ajuste para reducir gastos. Entre ellas destaca la revisión de los programas con proveedores, el traslado de mano de obras a centros con carga de trabajo puntual y la eliminación de algunos servicios externos para que los asuman los propios trabajadores de los astilleros.

 No obstante, otras fuentes vinculadas al sector naval sostienen que la dirección de Navantia prepara un duro plan de ajuste para contener las pérdidas ante la falta de nuevos contratos. Navantia tiene desplegadas acciones comerciales en unos 30 países, pero la competencia de los astilleros asiáticos reduce las expectativas de esta empresa española. De momento, no se prevén contratos a corto plazo y en caso de firmar alguno, su efectos en las plantas no sería, como mínimo, hasta dentro de dos años.

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