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lunes, 25 de marzo de 2013

EL PSOE UTILIZO A MI HERMANO MUERTO PARA CONSEGUIR VOTOS


´El PSOE utilizó a mi hermano muerto para conseguir votos´

Matías Vallés Javier Couso (Ferrol, 1968) es cámara, montador y documentalista. Desde hace diez años, lidera la lucha en busca de un juicio "con todas las garantías" que siente en el banquillo a los militares estadounidenses que mataron a su hermano José, al bombardear un hotel de Bagdad. El libro "El conflicto de Irak y el Derecho Internacional: el caso Couso" recuerda al reportero gallego y también analiza el conflicto donde murió.

–Para que se haga cargo del tipo de entrevista: ¿Se está dando cabezazos contra un muro?

–Intentan ponerme un muro, pero hay grietas por las que se cuelan dos resoluciones del Tribunal Supremo y un juez valiente como Santiago Pedraz.

–¿Quién levanta este muro?

–Estados Unidos y los gobernantes de mi país, que se comportan como un protectorado o colonia.

–¿Su hermano es una víctima del terrorismo?

–De un terrorismo de Estado, practicado por criminales de guerra y por supuesto que no todos los militares lo son. En su día obtuvimos la medalla del mérito al Trabajo y una compensación económica, para las familias de todos los periodistas fallecidos en el exterior.

–Los estadounidenses no querían matar a José Couso, sólo a la delegación de la cadena Al Jazeera.

–Atacaron a Al Jazeera y al Hotel Palestina. Cuando disparas un proyectil de 120 milímetros desde un carro blindado, sabes que matarás a alguien. Lo han demostrado nuestros peritos, que incluyen a un general de la Guardia Civil. Los americanos mataron a tres personas.

–Se conoce la identidad de quien disparó desde el carro blindado en Bagdad, y de quien dio la orden.

–Está identificada e imputada toda la cadena de mando, desde el coronel Perkins que dio la orden hasta el sargento al mando del carro que disparó. Ahora me he enterado de que Perkins protegía a los equipos de la Fox, una cadena no neutral, que llevaba empotrados. Mató a tres periodistas para dar paso a los suyos.

–Estos militares americanos nunca serán juzgados.

–No lo sabemos. Están procesados, quién sabe lo que puede ocurrir si Estados Unidos pierde la supremacía con China y ya no puede protegerlos. Sucedió con Pinochet, también se reían de las Madres de Mayo y lograron la condena de más de 80 criminales de guerra.

– "Wikileaks" destapó el servilismo del gobierno español ante Washington en el "caso Couso".

–Fue de las cosas más duras. Como ciudadano español no quiero un casus belli contra Estados Unidos, pero me exaspera que una potencia media con la historia de España no tenga un mínimo de dignidad.

–¿Se siente usted español?

–Sin patrioterismo, pensaba que había un Estado que me tutelaba, y que no aspiraba a ser otra estrella en la bandera de Estados Unidos. Con Wikileaks comprobamos el entreguismo del fiscal general y de la vicepresidenta del Gobierno, con algún juez de la Audiencia Nacional asesorando a la embajada norteamericana.

–¿Zapatero les engañó?

–Totalmente, aunque nunca me creí sus promesas. El PSOE utilizó a mi hermano muerto para conseguir votos. Fueron peores que el PP, que nunca prometió nada.

–Según una extendida opinión, quien va a una guerra sabe a qué se expone.

–Es una idea totalitaria y fascista, que justifica el asesinato de los polacos en Katyn o el exterminio de los judíos, y que olvida los procesos de Nuremberg. Me cabrea la doble moral de quienes no distinguen entre las muertes en combate y el asesinato de un periodista para que no haga su trabajo.

–¿Qué quiere usted, exactamente?

–No buscamos la venganza, sino que un tribunal dicte, con todas las garantías del Estado de Derecho, qué sucedió el 8 de abril de 2003 en el hotel Palestina.

–¿Está viviendo su vida a través de su hermano?

–Para nada, tengo una vida muy rica, con mi ideología y mis intereses. No dedico a esto las 24 horas, represento a una familia y a unos compañeros.

–¿Telecinco se ha portado?

–No dejó en la estacada ni a la familia ni a los hijos de mi hermano, pero los grandes medios explotan a los profesionales del periodismo desplazados a zonas de conflicto.

–¿Consuela saber que el "caso Couso" ha obligado a replantearse el Derecho Internacional?

–Nuestro único consuelo es que sea un símbolo internacional contra los crímenes de guerra. Sus asesinos están tan nerviosos que persisten en sus intentos de frenar el asunto. El fiscal, presionado por Estados Unidos y España, ha vuelto a solicitar el archivo este mes.

–¿Ha visitado usted Irak?

–Tres veces, y era el infierno en la tierra. Fui al sitio del bombardeo, sin ningún obstáculo visual. Vi combates, y me horroricé del Cuarteto de las Azores.

–¿Lo más duro es que lo llamen "fuego amigo"?

–Sí, pero no lo fue, porque esta expresión se emplea cuando se disparan entre las mismas tropas. También se inventaron un guión de Hollywood, con francotiradores en el hotel Palestina, de los que no hay testigos ni imágenes. Han cambiado cuatro veces su versión.

–¿Han intentado comprarle o amenazarle?

–Sí, ha habido interferencias, pero no hablamos de ellas para no darles importancia. No quiero extenderme en este asunto.

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