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viernes, 14 de diciembre de 2012

REFLEXIONES SOBRE UNA CRISIS INDUCIDA (INTERESANTE)


Reflexiones sobre una crisis inducida

Hace unos años que hemos entrado en una espiral suicida para los intereses de la clase trabajadora y que ha sido el proceso de globalización económica.

Este proceso nos ha llevado a un mercado libre mundial en el que las decisiones no dependen de lo que haga ningún Gobierno, sino de lo que dicten los mercados financieros y esta es la causa fundamental de la crisis mundial que estamos viviendo.

Aquí, en España, esto ha sido el detonante de que, en los últimos dos años, la masa de trabajadores parados haya crecido hasta cifras superiores al 20 por 100 de la población activa, seis millones de personas.

Por otra parte lo que ha ocurrido, desde que se creó la Zona Euro, es que el incremento de precios por el cambio peseta-euro fue cercano al 60 por 100, pero los salarios nunca se beneficiaron de este aumento, continuaron subiendo lo que marcaba el IPC.

IPC que se sigue calculando según los intereses del momento, quitando productos que se utilizan habitualmente y añadiendo otros que apenas varían sus precios. Esto con referencia al IPC, pero si nos centramos en el tema de la estadística del paro, son de vergüenza las variaciones que se producen para intentar mitigar los resultados. Hace unos años se optaba por incrementar las edades de escolarización, con lo cual se restaban un año o dos de jóvenes que accedían al mercado laboral y, al mismo tiempo, bajaban las cifras totales de parados. Posteriormente se inventaron aquello de considerar como trabajador en activo, durante el mes que se controlaba, a todo aquel que hubiese tenido un contrato de trabajo aunque fuese de unas horas, en todo un mes.

Si dejamos el tema de los parados y nos centramos en el tema dinero, y si establecemos una comparativa de lo que han aumentado los salarios desde 1982 y lo que han aumentado los pisos podemos observar lo que sigue:

En 1982 un salario de peón era de aproximadamente 56.668'80 pesetas mensuales (340,59 euros al mes) y el precio de un piso de unos 90 metros cuadrados era de unos 3.000.000 de pesetas (18.030'36 euros).

En 2007 un salario de peón era aproximadamente de 149.750 pesetas mensuales ( 900 euros al mes) y el precio de un piso de unos 90 metros cuadrados era de unos 30.000.000. de pesetas (180.303'63 euros).

Si comparamos la subida de los salarios con relación a los pisos podemos observar que:

-Los salarios desde el año 1982 hasta el año 2007 se han multiplicado por 2'65.

-Los precios de los pisos desde el año 1982 hasta el año 2007 se han multiplicado por 10.

Simplemente este dato nos debería alarmar y llevar a la conclusión de que el poder adquisitivo de los salarios ha disminuido de forma considerable. Pero se entiende mejor si vemos el tiempo que tardaría en pagar su piso un peón en 1982 y lo que tardaría ese mismo peón (unos años más viejo) en 2007:

Si nuestro peón fuese una persona tan austera que se olvidase de comer, beber y divertirse para pagar su piso a precio de 1982 y con el salario que cobraba entonces, iba a tardar 53 meses que son 4 años y unos 5 meses.

Mientras que nuestro mismo peón, siendo igual de austero que en el anterior caso, en 2007 tardaría en pagar su piso 200 meses que son 16 años y unos 7 meses.

En definitiva nuestro trabajador tardará cuatro veces más en ser libre de pagos, en ser solvente.

Si a esto añadimos que una persona tiene que comer, beber, divertirse (cuando se lo permita la obligación del trabajo), pagar impuestos, consumir, etc., todo el tiempo anterior se multiplica, como mínimo, por dos o por tres y eso supone que mientras un obrero que destinara el 33 por 100 de su sueldo, en el año1982, a pagar una vivienda iba a estar endeudado unos 13 años. Ese mismo trabajador en 2007 dedicando ese mismo 33 de su salario al pago de la vivienda iba a estar alrededor de 52 años pagando su casa. Eso supone que si empieza a pagar el piso cuando tiene 25 años acabará de pagarla cuando tenga 77 años, eso si no muere antes y les deja el muerto, nunca mejor dicho, a sus herederos.

El peón del 1982 se compraba el piso a los 25 años y lo podía acabar de pagar a los 38 años, se quedaba sin hipoteca a la mitad de los años que el del 2007.

Una visión de lo que está pasando

1.- En 1982 el capital nos tenía amarrados con una cadena en nuestra mano derecha o izquierda, da igual que da lo mismo. O sea, podíamos mover una mano libremente y bailar a nuestro ritmo, aunque tuviésemos una cadena en la mano.

2.- En 2007 el capital nos tenía encadenados de las dos manos y los dos pies, no podíamos comer cuando queríamos ni podíamos bailar, so pena de darnos la gran hostia.

3.- La evolución de la libertad humana va en retroceso.

4.- Consecuencia del endeudamiento de los trabajadores, los empresarios pueden abusar de ellos todo lo que quieren y un poco más. Para acabar de pagar antes se realizan más horas que tiene un reloj y se pagan a precios de miseria o no se pagan.

5.- Como no se puede apenas consumir puesto que toda la nómina tiene que ir destinada a pagar la hipoteca, el consumo se resiente y las empresas empiezan a tener menos beneficios.

6.- Para una empresa tener menos beneficios es tener pérdidas.

7.- Como, según ellos, tienen pérdidas, tienen que ajustar los gastos.

8.- Los gastos más graves e innecesarios para el empresario son los salarios que paga a los trabajadores, unos seres que, para él, son parásitos de la labor emprendedora de los empresarios.

9.- Empiezan los despidos, en estos momentos conocidos popularmente por ERE (Expedientes de Regulación de Empleo), que necesitan de la bendición gubernamental.

10.- Los trabajadores afectados por un ERE y que tienen que seguir pagando el piso dejan de hacerlo.

11.- Los bancos, que han prestado el dinero (que no es suyo, es de los depositantes, que somos todos), se quedan sin efectivo para poder asegurar la devolución de las imposiciones a sus clientes, que les han dejado el dinero.

12.- Los bancos se convierten en inmobiliarias porque tienen que quedarse con los pisos impagados por los trabajadores despedidos, y acaban haciendo la competencia a los constructores y otros especuladores que, a su vez, han recibido dinero prestado de los bancos (que no es suyo, es de sus depositantes).

13.- Los constructores que han llenado el mercado de pisos y les cuesta venderlos, se encuentran con la venta de pisos por los bancos que los ofrecen por lo que resta de pagar de la hipoteca de los trabajadores desposeídos por encontrarse en paro.

14.- Los constructores y otros especuladores que han invertido en el sector inmobiliario se declaran insolventes y no pueden pagar a los bancos el dinero que deben.

15.- Los bancos se quedan con más pisos, pero su negocio es tener dinero y no pisos.

16.- Aparecen en escena las agencias de calificación crediticia que, como hemos dicho, son empresas privadas que se dedican a hacer un dictamen acerca de la solvencia de una entidad.

17.- Estas agencias empiezan a poner en duda la solvencia de las entidades crediticias: los bancos.

18.- Esos informes son leídos por los especuladores que juegan a la bolsa, más conocidos como mercados.

19.- Estos especuladores empiezan a vender sus acciones de las entidades financieras.

20.- Las entidades financieras empiezan a estar al borde de la quiebra ya que con sus fondos no podrían pagar el dinero a los clientes que lo tienen depositados en ellas.

21.- Empiezan a forzar a los Gobiernos a intervenir y poner dinero para salvar la insolvencia de los bancos; ese dinero que ponen es de las arcas públicas que las alimentamos entre todos.

22.- Los bancos empiezan a restringir los créditos ya que nadie les ofrece suficiente solvencia.

23.- Las empresas no pueden acceder al crédito para innovar y negociar, por tanto tienen que seguir despidiendo trabajadores. Nuevo aumento del paro.

24.- Los Gobiernos tienen que empezar a pagar de las arcas públicas el desempleo a todos los que se quedan en la calle.

25.- Al aumentar los trabajadores en paro, estos dejan de cotizar a la Seguridad Social, de pagar el desempleo, impuestos, consumen menos, etc.

26.- Las empresas se resienten todavía más.

27.- Los Gobiernos se endeudan ya que sacan dinero para cubrir las necesidades de la población (mal cubrir) y no ingresan tanto como sacan porque hay un 20 por 100 de la población trabajadora que deja de ingresar por impuestos.

28.- Vuelven a aparecer las famosas agencias de calificación crediticia y, esta vez, hacen informes en contra de la solvencia de los países.

29.- Los especuladores de la bolsa se lo vuelven a creer y empiezan a vender acciones de las empresas de los países que son víctimas de estos informes.

30.- Los mercados financieros piden dureza a los Gobiernos para estabilizar su solvencia.

31.- Los Gobiernos se asustan y actúan contra los que creen que son la parte más dócil, los trabajadores. Les suben los impuestos, les bajan los salarios, les quitan las prestaciones sociales, les congelan las pagas de jubilación, etc.

32.- Los mercados financieros creen que eso puede contraer la economía ya que reducirá el consumo y piden otras medidas sobre las condiciones laborales.

33.- Los gobiernos afectados adoptan medidas que abaraten el despido y endurezcan la situación de los trabajadores en las empresas.

34.- Los mercados (las bolsas) siguen sin estar satisfechos porque pretenden que el mercado libre sea libre para vender y comprar cualquier cosa, empezando por las personas y por la seguridad laboral.

36.- Los Gobiernos aumentan la edad de jubilación para no tener gastos sociales de jubilación.

37.- Los mercados siguen descontentos…

38.- La única salida para los mercados (especuladores) es que los trabajadores se queden sin garantías sociales, que tengan que empezar a pagar por obtener un trabajo. Si son capaces de conceder préstamos para que los trabajadores puedan comprar su puesto de trabajo, habrán llegado a la plenitud.

 

Esto no será muy difícil si tenemos claro que, en los últimos años, ya se está pagando por ello. El ejemplo más directo son las prácticas universitarias, me explico: Hoy en día un estudiante paga por obtener unos créditos que son de Prácticum. Estos Prácticum se realizan en empresas o en la administración pública y no son remuneradas a los estudiantes, en el 95 por 100 de los casos. Por tanto nuestros estudiantes universitarios, que serán los dirigentes del mañana, están siendo educados a pagar (precio de los créditos de los Prácticums) por realizar trabajos en las diferentes empresas o administraciones que les admiten (en la teoría les admiten para formales de manera práctica, pero la realidad es la contraria, les destinan a hacer cualquier trabajo que sea necesario para la empresa o la institución sin tener en cuenta otras cosas). Si estos futuros dirigentes están educados, por la Universidad, de esta manera, ¿qué transmitirán en el futuro? Pues muy fácil se dedicarán a transmitir lo que les enseñaron a ellos, a no ser que tengan una actitud crítica con el sistema de enseñanza, cosa que no es lo más habitual.

Todo esto se resume en una cosa: Se pretende poner a los trabajadores, que como hemos dicho antes tienen una cadena en cada mano y cada pie, la argolla definitiva que los coja por el cuello y los convierta en esclavos del mercado libre.

La sociedad capitalista necesita de esclavos dóciles para poder seguir manteniéndose en pie y ésta es su única pretensión. Los mercados no pararán hasta conseguir todo esto.

Una salida a corto plazo

La unidad de los trabajadores, con empleo y sin él, y la lucha contra esta gran injusticia social, con un planteamiento que venimos defendiendo desde 1990, la necesidad de rebajar las horas de trabajo semanales a 30 o 24. Con las 30 horas semanales, conseguiríamos la jornada laboral de 6 horas trabajando 5 días a la semana. Con la de 24 horas semanales podríamos tener una jornada de 4 horas diarias trabajando 6 días a la semana o 6 horas diarias trabajando 4 días a la semana.

Jornadas nada irracionales cuando los avances tecnológicos permiten que los seres humanos nos podamos liberar cada vez más de estar trabajando constantemente para poder alcanzar una producción sostenible que nos permita vivir, con una calidad de vida suficiente y nunca antes, en la historia de la humanidad, alcanzada.

Lo único que hace falta es que erradiquemos el egoísmo y la avaricia que nos sigue equiparando a las bestias que tienen que depredar a otras para conseguir su supervivencia. Lo malo es que los empresarios no lo hacen por su supervivencia, simplemente lo hacen para que su vida siga siendo opulenta y ociosa mientras los demás somos como esclavos suyos.

Si el trabajo es tan bueno ¿Por qué los capitalistas no se dedican a trabajar constantemente? ¿Por qué dedican buena parte de su tiempo al deporte y a holgazanear? ¿Por qué son los únicos que pueden tener días libres y de ocio cuando les viene en gana? Tenemos que tener claro que si el trabajo fuese algo bueno, algo que diese dinero, algo que enriqueciese, los empresarios, los capitalistas no nos dejarían trabajar a nadie, lo querrían todo para ellos.

Conseguir la jornada laboral de 6 horas supondría crear, en las empresas que trabajan a turnos durante 24 horas, un turno de trabajo más, o sea pasar de tres turnos a cuatro turnos diarios, con lo cual habría un incremento del 33 por 100 de plantillas en las empresas.

Si tenemos en cuenta que el paro es del 25 por 100, según los datos oficiales, que no son ciertos, con este incremento se conseguiría prácticamente el pleno empleo, que no les interesa a las empresas pero que sí nos interesa a los trabajadores.

Esta es la única solución para acabar con una crisis que es ficticia y que han generado los mismo capitalistas.

Los políticos y los gobiernos nos están engañando vilmente diciendo que hacen reformas laborales para crear empleo, cuando lo único que están consiguiendo, con esas reformas, es que las empresas tengan mayores facilidades para seguir manteniendo una masa de trabajadores parados suficiente para poder flexibilizar las condiciones de trabajo hasta puntos completamente insospechadas.

Hay voceros del capital que dicen que implantar la jornada de 6 horas, en todos los sectores es imposible, por dificultades estructurales; esto es otra gran falacia de los defensores del paro endémico y de que una parte mayoritaria de la sociedad siga bajo el control y el dominio de una minoría. Son los defensores de que unos cuantos privilegiados sigan dominando al 90 por 100 de la población mundial, son aquellos que quieren que la humanidad no sea libre y se mantenga esclavizada por el sistema económico imperante.

Es fácilmente demostrable que esta jornada de trabajo se puede introducir en todos los sectores de la producción, si tenemos en cuenta el sector del comercio, del que se dice que es el más difícil para poder implantar esta jornada, podemos ver que, una vez reconvertido el sector de forma que se está haciendo desaparecer el pequeño comercio, para introducir a las grandes multinacionales del sector, éstas están imponiendo una apertura de sus negocios de 12 horas diarias, y con la jornada actual de 8 horas están obligando a sus trabajadores a realizar horas extras para cubrir la jornada de apertura o contratan por media jornada para cubrir sus necesidades. Si se implantase la jornada de 6 horas se podría conseguir un nuevo turno de trabajo en estas grandes superficies, con lo que acabaríamos con los abusos que se producen en el sector.

Esta es una de las soluciones que podemos tener para que las personas puedan seguir viviendo dignamente, que no se vean abocadas a vivir en la calle y sin vivienda y que se les garantice poder tener la sanidad, la jubilación, la atención que se han ganado con su contribución durante todos los años que han estado trabajando; es lo mínimo que como seres humanos nos merecemos.

Lo máximo sería quitar los medios de producción de las manos insensatas en que están y que pasen a manos del pueblo para que deje de haber parásitos sin escrúpulos y la igualdad social sea lo que facilite un mundo justo y sin explotación, caminemos juntos hacia la revolución que permita acabar con la explotación del hombre por el hombre y con la explotación de cualquier tipo, por un mundo sin opresores ni oprimidos, sin desigualdades, libre y donde cada uno sea el dueño de su vida y de su destino, viviendo colectivamente lo que nos atañe a todos y teniendo la solidaridad y el apoyo mutuo como el principal referente humano. Un sistema social donde las fronteras y las razas queden olvidadas para conseguir la comunidad universal de seres humanos libres.

Manuel Vicent

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