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viernes, 28 de septiembre de 2012

CRONICA DE UNA CIUDAD SITIADA


[Madrid] 25 S: crónica de una ciudad sitiada

Abajo la crónica de una participante en la noche del 25 de septiembre con fotos de Carlos Martín.

Los medios de comunicación hablaban por la noche del 25 de “choques” entre manifestantes y policía, pero yo sólo vi ataques de los antidisturbios; y sólo sentía a la gente asustada corriendo hacia mí.

Nos gritamos los unos a los otros, “¡eh! ¡por aquí! ¡que vienen! ¿dónde está fulano? ¿DÓNDE ESTÁ?”, nos juntamos, paramos, giramos, dos pasos atrás, tres pasos. Nos agrupábamos como animales mansos esperando a ser cazados, y a la vez fieras que toman posición para ver el terreno mejor. Reculamos, pero luego avanzamos lentamente, curiosos, ¿qué pasa? ¿por qué tanta madera? ¿habrá compas allí? ¿están atrapados? ¿qué está pasando? “oye, compas, ¿qué veis?”

 Los medios de comunicación hablaban el día siguiente de “cargas policiales”. Ellos también han reculado, han parado para ver el terreno, y al caer el polvo se ve claramente lo que pasó. Una muchedumbre cabreada, con ganas de luchar, inquieta y que sabía que los antidisturbios iban a cargar, se mantuvo allí enfrente del Congreso en Neptuno, en cada bocacalle, presionando a los grises de pie, sentados, en masa o de cuatro en cuatro, y en cada boca se decía, “¿cuándo van a cargar?”, “nos vamos a llevar unas hostias, ya verás”, “estos no tienen vergüenza”.

 Los medios de comunicación muestran los vídeos (perspectiva que ni la policía ni los manifestantes tenían; desde arriba) donde podemos ver cómo un palito de un chaval intenta infructuosamente dar a un hombre azul, vestido tipo soldado imperial, escondido y armado hasta los dientes, y cómo se le devuelve el golpito con un porrazo que le deja bocabajo en el suelo. También podemos comprobar cómo la rabia de la gente no les permitió detener a sus compañeros, no sin reaccionar, y que lucharon por liberarlos. Aplaudí yo después, en mi casa, viendo cómo nos apoyamos, nos defendemos, y luchamos los unos por los otros.

 La CNT condena la actuación policial, no como el gobierno, que la aplaude, ya que es evidente que la función de las fuerzas armadas es esa: defender al capital, defender al estado. La CNT sabe que la policía actúa así porque es su función; pero también lo sabe todo el mundo. Sabíamos que íbamos a llevarnos unas cuantas hostias, sabíamos que no se iban a cortar ni un pelo, pero nos agrupamos y salimos a la calle de todas formas.

 El despliegue quasi-militar que hubo ayer en todo el centro de Madrid sólo hace evidente el el rechazo que producen sus “reformas”.Cualquier medida de cualquier gobierno sólo las pueden implantar bajo algo parecido a un estado de sitio. De Real Decreto se han pasado a la Mano Dura. Nos tienen miedo, compañeros, nos tienen miedo. Pero nosotros a ellos, no.

Para hacerles frente hay que estar organizados, hay que juntarnos, hay que conocernos y hay que apoyarnos. La CNT es una organización de gente que ha decidido prestarse los unos a los otros dentro de esta tormenta que es el capitalismo, agarrándose a los brazos para que no se lleve ni uno. Ellos tienen su estrategia y nosotros también: no jugamos a sus trucos políticos, ni electorales, ni comemos de su mano, que nos huele a podrida.

 Apoyo mutuo, auto-organización, lucha, y solidaridad.

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