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lunes, 9 de julio de 2012

LEY UNIVERSAL INVIOLABLE


 LEY  UNIVERSAL  INVIOLABLE

 El Chile al que aspiran las nuevas generaciones nada tiene que ver con los modelos de organización social autoritarios, del color y tipo que sean. Muy por el contrario, lo que los chilenos de hoy desean es más libertad, más equidad y más participación.

 Y por lo mismo, mirar hacia el pasado sólo tiene sentido si lo que se pretende es hacer justicia, reparar y obtener lecciones para que los horrores pretéritos no se repitan nunca más.

Lamentablemente,  resabios del ayer reaparecen cada cierto tiempo de distintas maneras, generando desconfianza respecto de las bases éticas y morales en las cuales se sustenta la actual convivencia nacional. Y ello constituye una pésima señal desde el punto de vista del esfuerzo que corresponde realizar en el país en torno a la verdadera promoción  y profundización de los valores democráticos.

Algo aconteció en parte de la sociedad chilena que posibilitó el que se produjeran hechos tan condenables como las conocidas y sistemáticas violaciones a los derechos humanos, generalmente en contra de compatriotas que se encontraban en la más completa indefensión.

Por eso es que resulta más que inapropiado y preocupante el que nostálgicos del pasado pretendan ensalzar un período evidentemente traumático de la historia patria, como si lo ocurrido en aquel momento se pudiera levantar nuevamente como un paradigma a seguir.

Nada más lejos de la realidad, porque no puede pasarse por alto que muchos de los problemas que hoy afectan gravemente a los chilenos tienen su origen nada menos que en las medidas que se aplicaron durante la extensa dictadura militar (y también civil).

En política es absolutamente legítimo que las personas puedan exhibir diferentes posiciones ideológicas. Pero otra cosa muy distinta, y por las razones que ello sea así, es que se cubran con velos para no enfrentar algún día el inmenso dolor  que padecieron muchos chilenos como consecuencia de las infaustas circunstancias que se vivieron en este austral territorio del mundo.

Desde siempre, ni los contextos ni nada justifican las violaciones a los derechos humanos; ni ayer, ni hoy, ni mañana. Y eso es válido tanto aquí como en todos los rincones del planeta. Se trata de una ley espiritual universal que nadie debe quebrantar jamás.

 José Miguel Casanueva Werlinger
Coordinador Sociedad Civil Pro Derechos Humanos

 

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