(Mihail Bakunin)
La “reforma” laboral, decretada por el gobierno fascista del PP y criticada sólo con la boca chica por los dirigentes vende-obreros de CCOO y UGT (anteayer, deseosos de firmarla y recibir subvenciones y privilegios, como ya hicieron hace poco con la traición de la jubilación a los 67 años), supone convertirnos a los trabajadores en simples máquinas al servicio de la patronal (si es que ya no lo éramos antes). Imaginamos que quieren que nuestra situación sea tan penosa e inhumana como la de nuestros compañeros de la India, China, Polonia o Rumanía. En los más de 30 años de retrocesos y cambalaches diseñados por el Estado (por ejemplo, 1977, 1981, 1984, 1997, 2006, 2010, etc…), jamás habíamos asistido a semejante puñalada sobre la clase trabajadora.
Para empezar, se abarata el despido hasta tal grado que podríamos considerarlo “libre”. De 45 días por año a 33 días por año en caso de despido improcedente, con un máximo de 24 mensualidades (hasta ahora eran 42), tanto para los nuevos contratos como para los antiguos. El despido masivo se queda en 20 días por año, y a partir de ahora los empresarios podrán realizarlo si sólo tienen una pequeña caída en los ingresos durante tres meses (no tienen ni porqué presentar pérdidas). Por si esto fuera poco, ya no se necesitará autorización para los EREs, que tanto daño han provocado y están provocando en la Bahía (Visteón, Gadir Solar, etc…). Y cuidado con caer enfermo, ni siquiera con la típica gripe de todos los años: Una nueva causa legal de despido es faltar más de 9 días al trabajo aún estando de baja médica.
Pero esta “reforma” esclavista tiene otras “bonitas” novedades. El empresario podrá proponer de modo individual y unilateral reducciones de sueldo. El trabajador, entonces, tendrá la enorme libertad de elegir entre dicha reducción o irse a la calle. A los jóvenes de menos de 30 años se les podrá contratar durante un año y despedir sin ningún tipo de derechos (agravando aún más su precaria situación y su absoluta falta de futuro).
No hay que llevarse a engaño. La crisis es su excusa perfecta. Una ley que facilita el despido nunca podrá crear puestos de trabajo, y esto lo reconoce la propia patronal (CEOE). Con los miles de millones de euros de dinero público regalados a los banqueros se podría haber favorecido el desarrollo industrial y la investigación científica, acabando así con el paro. Sin embargo, los gobernantes prefieren tenernos a todos como sirvientes (camareros, hosteleros) de los especuladores financieros y millonarios del resto del mundo (jeques, constructores, vividores del famoseo y señoritos de todo tipo).
No hay que llevarse a engaño. CCOO y UGT siempre han sido los representantes de la patronal (banca) ante los trabajadores. Porque primero han negociado entre ellos y luego intentan convencer a los trabajadores de lo bueno y necesario que han sido los sacrificios adoptados. O, como en este caso, se arrodillan y envían cartas suplicando negociación.
Desde la CNT-AIT de Puerto Real hacemos un llamamiento a todos los trabajadores para auto-organizarnos de modo horizontal y autónomo, y luchar en serio contra semejante ataque frontal a nuestros derechos.
¡¡Ni paz social, ni negociación!!
Hay que romper la baraja, porque con sus reglas ellos siempre nos aplastan.
¡¡Que nada te detenga, acción directa YA!!
SOV CNT-AIT PUERTO REAL
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