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domingo, 10 de abril de 2011

Vuelco histórico de CCOO y UGT en las elecciones sindicales de los funcionarios del Estado

Los sindicatos de Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez han pagado cara su política de pactos con el Gobierno Zapatero, obteniendo los peores resultados electorales de su historia. El fracaso de la huelga general y la ‘foto de La Moncloa’ han sido claves.


Según ha sabido El Confidencial Digital, las centrales que presentaron candidatura a las elecciones sindicales para elegir delegados en los organismos de la Administración General del Estado han recibido ya del ministerio de Trabajo los resultados de los comicios. Con los datos en la mano, los sindicatos coinciden en señalar que los empleados públicos “han castigado a CCOO y UGT”.

Las fuentes consultadas por este diario explican que ambas centrales “han perdido en ministerios y ayuntamientos que eran auténticos feudos, y eso se ha visto reflejado en los resultados finales a nivel nacional”.

CCOO y UGT han visto reducidos sus apoyos en las Juntas de Personal Funcionario, donde han perdido un importante número de delegados con respecto a 2007. A falta de elegir a 847 representantes más en unos nuevos comicios el 28 de abril, el sindicato liderado por Toxo ha pasado de 679 delegados a 388, y la central de Cándido Méndez, de 551 a 337.

Su relación con el Gobierno les ha perjudicado


Los portavoces sindicales consultados por ECD coinciden en señalar las políticas de acercamiento al Gobierno como la clave de la caída de CCOO y UGT. Las citadas fuentes añaden que ambas centrales “han dado imagen de debilidad, de improvisación, y de deseo de acercarse al poder”. Estos son los argumentos que justifican esta afirmación:

--“Lo han firmado todo”. Para los otros sindicatos, uno de los mayores errores cometidos por CCOO y UGT ha sido “traicionar su formato”, buscando más los acuerdos con el Gobierno que exponer sus reivindicaciones: “Su postura de dar cariño al Ejecutivo ha provocado que sus propios argumentos se vuelvan en contra”.

--Sus posiciones son contrarias a los trabajadores. Las fuentes consultadas por este diario explican que “ningún empleado puede entender que la organización que se supone que vela por sus derechos está de acuerdo con aumentar su vida laboral”.

--Fracaso de la huelga general y la de funcionarios. Sólo CGT apoyó a Comisiones Obreras y UGT en ambas convocatorias, que tuvieron unos índices de participación ínfimos: “Nadie se creyó una huelga contra los recortes a los funcionarios y contra la reforma laboral meses después de haberla aprobado el Gobierno”. Además, con esas convocatorias, ambos sindicatos “demostraron falta de organización y prevención”.

--Indignación por la ‘Foto de la Moncloa’. De todas las acciones realizadas por ambos sindicatos en los últimos meses, la “más indignante” para los trabajadores, fue la escenificación de un gran ‘pacto social’ con el Gobierno en la sede presidencial. Someterse y aceptar la reforma de las pensiones y “codearse con el poder político y económico” eliminó, según las fuentes consultadas, “cualquier tipo de credibilidad para CCOO y UGT”.

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