La carga de trabajo vuelve con fuerza a la planta gaditana de Dragados Offshore. La adjudicación de dos contratos el pasado año, uno en abril y otro a final de diciembre, aportan tranquilidad a la empresa y generan expectativas de empleo en la Bahía. Las primeras estimaciones apuntan a la contratación de unas 1.500 personas en los picos más altos de actividad. La empresa suma en las instalaciones de Puerto Real una plantilla de 200 trabajadores y la previsión es subcontratar parte de la producción en los próximos meses.
Los proyectos que garantizan el futuro industrial de la empresa son dos acuerdos internacionales para la construcción de plataformas para plantas de extracción de gas en el mar. El primero lo firmó con la empresa noruega Conoco Philips. Se trata de la construcción de dos módulos de unas 6.000 toneladas de peso que irán asociados a las estructuras Judy y Jasmine, instaladas en el Mar del Norte. La compañía pretende ampliar sus instalaciones en la zona y ha encargado a la planta gaditana la obra de ingeniería para ensamblar ambas estructuras en las plataformas. El proyecto incluye la ingeniería, construcción y ensayos. Los sindicatos consideran que este encargo obliga a la contratación de una media de 750 trabajadores. La previsión de la empresa es entregar en primavera de 2012 las dos estructuras.
De soldadores a tuberos
El delegado de UGT en el comité de empresa, Luis Aragón, destacó ayer que la factoría gaditana tiene en su cartera de pedidos varios encargos de envergadura. Aludió al tramo móvil del segundo puente, que ya se encuentra terminado a la espera de su instalación, así como el desarrollo del tramo atirantado, tambien del nuevo acceso a la Bahía.
Atrás ha quedado el bache que sufrió la empresa en 2008 con su incursión en la industria naval. La compañía noruega MPF Corp. encargó un proyecto faraonico para la construcción de la plataforma petrolífera más grande del mundo. Se trataba de un buque, el MPF 01, capaz de perforar el subsuelo marino en busca de crudo. El buque en cuestión estaba preparado para procesar y almacenar petróleo. Este proyecto suponía una inversión de 590 millones de euros y obligó a Dragados a realizar una obra especial en su dique para albergar parte de la construcción de la plataforma. La empresa amplió el muelle hasta los 300 metros con doce de calado. Sin embargo, el proyecto se fue a pique ante la imposibilidad de la empresa noruega de financiar la inversión. El rechazo dejó un agujero en Dragados Offshore, que se tradujo además en un jarro de agua fría para los 2.000 empleos previstos en esta construcción naval.
El responsable de la Federación del Metal de UGT, Diego Peces, reconoce a estas alturas que los malos tiempos han pasado para la planta gaditana, que se enfrenta ahora a una importante carga de actividad industrial. Desde el sindicato se ha puesto de manifiesto que la empresa inició a finales del año pasado las contrataciones de trabajadores para soldaduras, tuberías y estructuras. Más adelante llegará el turno de mecánicos y electricistas. La punta de trabajo surgira antes del verano.
El segundo proyecto que se ha adjudicado la empresa es la construcción de una plataforma para la empresa danesa Hess. El alcance del contrato incluye ingeniería, construcción y tiene un peso de 8.000 toneladas. Esta obra también se llevará a cabo en las instalaciones gaditanas del Bajo de la Cabezuela. Según Dragados, el contrato es para construir dos plataformas de cabeza de pozo, con un peso de 1.600 toneladas y 1.300 respectivamente, así como las dos estructuras de apoyo de la plataforma, con un peso de 2.600 toneladas.
La entrega se prevé para junio de 2012 y el palzo incluye además un periodo de siete semanas de arranque de las plataformas dentro de la planta de Puerto Real.
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