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domingo, 14 de noviembre de 2010

Aplastados por la caída de un gigante

Siguen cayendo los gigantes con pies de ladrillo y hormigón. La constructora cordobesa Noriega ha protagonizado la segunda mayor suspensión de pagos en Andalucía desde el hundimiento de Aifos. La empresa, propiedad de la familia Sánchez-Ramade, que da nombre a uno de los holdings andaluces más importantes, sufría unas deudas de vértigo: 1.162 millones de euros, la mayoría a entidades financieras como el BBVA, Caja Madrid, Banesto, Unicaja o Cajasur. Detrás de los números quedan miles de familias afectadas a causa de los impagos a los 950 acreedores comerciales a los que subcontrató y a los que debe 68 millones de euros. Los subcontratistas han creado una plataforma que se reunirá en Córdoba y que ya ha anunciado que buscará responsabilidades penales.

Trás los números, quedan miles de familias afectadas por los impagos
La constructora se había especializado en el negocio de las viviendas de lujo
El concurso de acreedores no paraliza la actividad de las sociedades

La duración del proceso judicial amenaza el futuro de los acreedores

El hundimiento de Noriega deja en el aire numerosos proyectos inmobiliarios. La verdadera dimensión de la suspensión de pagos empezará a verse cuando el titular del Juzgado de lo Mercantil de Córdoba se sumerja en las montañas de folios que le esperan. Los acreedores de las cinco sociedades de Noriega en concurso tienen un mes para comunicar la existencia de sus créditos a los nuevos administradores que ha nombrado el juez. Fuentes del juzgado señalan que, solo cuando se tenga toda la documentación, se podrá calcular fehacientemente el número de obras, proyectos y propiedades que Noriega tenía entre manos en el momento de la suspensión. Y, con respecto al futuro de estas obras, fuentes judiciales explican: "Cada concurso de acreedores es distinto. Y dentro de un mismo concurso, no hay dos promociones inmobiliarias iguales. Hay ocasiones en que promociones que se encontraban al 30% en el momento del concurso se terminan en los plazos previstos, mientras otras, que se encontraban al 85%, se estancan".

Noriega no suelta prenda sobre las obras que actualmente tiene en marcha ni sobre las promociones que planeaba. Pero, según los datos ofrecidos por los acreedores comerciales, la suma podría estimarse en más de 2.000 casas en Andalucía, sobre todo en la Costa del Sol. Únicamente en Málaga, la provincia más afectada, se planeaba un importante conjunto residencial de lujo (Colina del Limonar), de entre 1.100 y 1.400 viviendas, además de aproximadamente 300 unidades en otras promociones. En Córdoba, se estiman en unas 200. En Cádiz, superan las 100 en la zona de Puerto Sherry. En Gelves (Sevilla), unas 85 están por rematar. Y, en Huelva, el céntrico edificio Ramade (alrededor de 140 viviendas), diseñado por el arquitecto Rafael de la Hoz, sigue en construcción.

Muchas de esas viviendas eran de lujo. Fuentes del sector señalan que la constructora se había decantado por esta modalidad en los últimos años. Pero Noriega también emprendía obras civiles. En Córdoba, hace meses que está parada la travesía de Villarrubia. Y en Jaén, la Universidad quiere liquidar con Noriega el contrato de ampliación de sus campus. Su otra obra allí, el Museo Íbero, se realiza con otra empresa y la Junta ha garantizado su terminación.

De todas maneras, las promociones podrían seguir construyéndose a pesar del concurso. Los acreedores comerciales critican que, de hecho, hayan seguido terminándose y vendiendo viviendas en los últimos meses, mientras ellos no veían un euro. La declaración de concurso de acreedores no interrumpe la actividad empresarial de las sociedades. Noriega conserva las facultades de administración y de disposición de su patrimonio, pero sometida a la intervención de la nueva administración concursal nombrada por el juez. Los nuevos administradores son los abogados Edorta Etxarandio Herrera, Francisco Moreno Córdoba y Juan Miguel Peralta Lechuga; los economistas Severino Bonmati de Vicente, José María de la Cruz Bertolo y José Rafael Sánchez Medina; y la entidad acreedora F. Cortes Aluminio y PVC -la plataforma de acreedores impugnará la presencia de esta empresa porque, dicen, no representa sus intereses-.

"Ahora se abre un proceso largo en los tribunales pero muchas empresas no pueden esperar tanto para recibir liquidez", afirma el portavoz cordobés de los impagados, Rafael Serralbo. El empresario recuerda que, hasta hace poco más de un mes, todavía confiaban en que Noriega llegaría a un acuerdo con los bancos para poder pagar a las subcontratas. Con estas, ya había alcanzado un acuerdo para sufragar el 60% de la deuda.

Noriega fue fundada en 1962 por Eugenio Sánchez-Ramade Villegas. El empresario comenzó su andadura con el negocio de salas de cine con Cinesur. En los sesenta, Eugenio Sánchez-Ramade se trasladó a Córdoba. Allí, además de Noriega, fundó Urende (venta y distribución de electrodomésticos y muebles de cocina). En 1982, crea Coauto (automoción), y, en los noventa, da el salto a la informática, con Diasoft. Al morir, en 2005, Eugenio dejaba un holding de 90 empresas y 3.500 empleados.

El grupo permaneció unido, pero los cuatro hijos se lo repartieron. Eugenio, Martín (propietario de Noriega), Javier y Álvaro se quedaron con las distintas divisiones. Las sinergias se mantuvieron con reuniones todos los lunes. Fuentes cercanas a la empresa subrayan que la comunicación entre los hermanos no ha sido muy fluida recientemente.

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