Autonomos: Aqui no paga ni Dios

Tengo facturados más de 300.000 euros que todavía no he cobrado. Así no se puede vivir”. Miguel Ángel Lozano se enciende cuando repasa las facturas que le faltan por cobrar: “Aquí no paga ni Dios. Trabajé para una gran constructora en Huelva en 2006 y me han dado largas hasta ahora; tengo un pagaré que vence a finales de octubre y me han pedido rescatarlo 180 días más, pero les he dicho que no, estoy harto. En abril hice una obra en Alcalá de los Gazules (Cádiz) por 1.600 euros y acabo de cobrarlo ahora, seis meses después y porque me he puesto borde…”, enumera el propietario de la empresa gaditana Pavimentos Lozano, con 15 trabajadores –antes de la crisis eran 25–, que se indigna aún más cuando habla de la ley de morosidad. “Aquí es muy fácil robar, la ley está hecha para el chorizo. Una empresa de Sanlúcar de Barrameda me debe 36.000 euros, pero ha presentado suspensión de pagos. En realidad sigue funcionando, ahora la empresa la ha puesto a nombre de su hija. Aunque lo he denunciado, yo no cobraré y él se pasea con su Mercedes”, denuncia Lozano, que en más de una ocasión se ha apostado en la puerta de las promotoras que le debían dinero con un cartel. “Algunas me han denunciado por hacerlo, pero sólo reclamo lo que es mío, tengo el lomo roto de trabajar y no quiero que nadie se quede con mi dinero”.Lozano no sólo es víctima de los impagos de constructoras privadas “El Ayuntamiento de Villamartín (Cádiz) me adeuda una obra que hice cuando todavía había pesetas; el de Lucena del Puerto (Huelva) me debe 1.500 euros desde hace nueve años; el de Castilblanco de los Arroyos (Sevilla), 4.000; el de Burguillos (Sevilla), 7.000…”, enumera y no para. El Ayuntamiento de Burguillos, a través de su empresa pública Burguillos Natural SL, tiene contraída una deuda de 14 millones de euros con 160 empresarios por la construcción de una piscina climatizada, un campo de fútbol de césped artificial, la ampliación del edificio consistorial, un aparcamiento y un hotel.Los ayuntamientos acumulan una deuda de 33.000 millones de euros, de los que una tercera parte, en torno a 10.000 millones, corresponden al sector de la construcción, según datos de la Asociación Española de Proveedores Impagados de la Construcción (AEPIC), que hartos de ser las víctimas han organizado, junto con la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), una protesta en Madrid el 22 de octubre. Estiman que las comunidades autónomas les adeudan más de 18.000 millones de euros. “Consideramos inaceptable que los procedimientos de reclamaciones de la deuda y que los procedimientos concursales puedan llegar a durar hasta cuatro años, porque no hay empresa que pueda aguantar”, denuncia José María Carrasco, vicepresidente de AEPIC. No es su única reclamación: “Hacen falta más juzgados mercantiles, que agilicen el cobro de la deuda. En Madrid sólo hay nueve, cuando son necesarios 30; que cambie la ley de morosidad y que las constructoras no hagan pagarés a 240 días, como está ocurriendo; y que no tengamos que pagar el IVA hasta que cobremos la factura… En 2009 han desaparecido 116.000 autónomos, la mitad del sector de la construcción. Es un ERE silencioso, que afecta al motor económico del país”.

fuente: Interviu