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jueves, 13 de agosto de 2009

Balneario con propiedades curativas en Puerto Real


La Novísima Guía del Bañistaen España del año 1854 ya situaba a Puerto Real como una de las zonas más frecuentadas del país en la temporada estival. Gracias a su balneario, uno de los 73 existentes en el país por aquel entonces, era reclamo para turistas cuando llegaba el verano.
Hoy, gracias un estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid, con el catedrático titular de Hidrología Médica de la Facultad de Medicina, Francisco Maraver, a la cabeza, se han podido corroborar las propiedades curativas de los lodos y limos que existen en la playa de La Cachucha, dentro del barrio del Nazareno.
En este sentido, Maraver, tras extraer cuatro muestras en diferentes épocas del año para analizar el comportamiento de esta playa urbana, llegó a una serie de conclusiones que situaban a esta playa de Puerto Real como un importante agente terapéutico. «Si a esto unimos la calidad de sus aguas, la bondad del clima, la idoneidad de su arena para desarrollar técnicas psammototerápicas (baños calientes), consideramos que reúne las condiciones necesarias para desarrollar un centro de talasoterapia que cumpla las normas de calidad exigidas a estos establecimientos», manifestaba el catedrático en el informe extraído del estudio de los lodos.
Las propiedades para la salud de este tipo de centros a los que Maraver hace referencia están relacionadas con la traumatología, enfermedades reumáticas y las afecciones neurológicas.
Visitas diarias
Pero además de las conclusiones que Francisco Maraver consiguiera extraer, son los propios vecinos puertorrealeños y los visitantes los que corroboran las propiedades terapéuticas de los lodos de la playa de La Cachucha. «Conozco a mucha gente de fuera que viene hasta aquí por los buenos resultados que los lodos de esta playa tienen en su salud», explicaba José Santana. «Sin ir más lejos, una vecina sevillana me comentaba el otro día que los dolores que sufre en las piernas no se los quitan los medicamentos, sólo sus paseos veraniegos por La Cachucha y el untarse el barro cada tarde», añadía. De hecho, es especialmente por las tardes, con la marea baja que deja al descubierto dichos lodos, cuando La Cachucha se llena de personas que acuden hasta la playa para aprovechar sus fines terapéuticos. «Con la marea baja la playa se llena de gente que aprovecha para poder ponerse el barro», explicaba María José Bernal. «Yo no suelo dármelos, pero lo cierto es que todo el mundo comenta que tiene muy buenos resultados».
Quien sí conoce las propiedades curativas de los limos de La Cachucha es Rosario González, quien cada tarde acude hasta la playa junto a su marido. «Te aseguro que sin estudio o con él, esto funciona», manifestaba. «Aquí venimos en invierno y en verano porque los dolores que yo tengo, propios de la edad, son menores gracias a esta terapia natural que ofrece la playa».


LAURA MORENO

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