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sábado, 3 de enero de 2009

Amparo Poch Gascon


Nace en Zaragoza el 15 de octubre de 1902.

A pesar de su origen modesto estudia Medicina y Sociología, pero es principalmente en la primera de estas materias donde destaca, por un lado, al convertirse en una brillantísima estudiante, convirtiéndose en la número uno de su clase, donde obtuvo matrícula de honor en todas y cada una de las asignaturas de la carrera. Y por otro, si la escasísima presencia femenina en las aulas en la década de los años 20, era un hecho, en el caso de la medicina todavía se acentuaba más, donde los prejuicios morales derivados de la visión y manipulación del cuerpo hacían que estuviese prácticamente vedada esta carrera a la mujer.

Dentro de la rama médica se especializada en puericultura. Sus conocimientos en la materia y su vocación revolucionaria, insumisa y rebelde, hacen que se vuelque en acercar la sanidad a la clase trabajadora, realizando una gran labor educativa para evitar las enfermedades de tipo venéreo y difundiendo medidas para una adecuada higiene, para ello da cursos de educación sexual y hace propaganda de una maternidad consciente.

En relación a la sanidad infantil realizo importantes trabajos con el fin de reducir las altas cuotas de mortalidad infantil que se producían en aquellos años.

Formuladora de ideas totalmente transgresoras en la España de los años 30, enfrentadas a los convencionalismos de la época, pero basadas en su sentido de la igualdad humana sin prejuicios, la llevan a redactar textos en los que critica la monogamia, a la que considera como una esclavitud e incita a las mujeres a desarrollarse en el amor libre y en la práctica de la bisexualidad. En esa temática basa su libro “La vida sexual de la mujer. Pubertad, noviazgo, matrimonio”, que se publica en el año 1932.

Aparte de sus cursos en los ateneos y universidades, donde se descubre como una excelente oradora, escribe numerosos artículos para la prensa libertaria “Revista blanca” “Tiempos nuevos”, “Tierra y libertad”, “Generación Consciente”, “Estudios” por supuesto “Mujeres Libres”, revista y agrupación de mujeres de la cual junto a Mercedes Comaposada y Lucía Sánchez Saornil, es una de las tres fundadoras en 1936.

Durante el ocaso de la II Republica y la Guerra Civil, colabora estrechamente con Federica Monseny en el Ministerio de Sanidad. Ministerio que en un principio barajó la posibilidad de estar ocupado por ella misma, siendo descartada por su pertenencia al sector de la FAI.

Es nombrada directora de Asistencia Social en Valencia, donde se hace cargo de los niños refugiados provenientes de diversas zonas, a los que acoge en granjas escuelas.

Se traslada a Barcelona en diciembre de 1937, donde es nombrada responsable de la Casa de la mujer trabajadora, lugar de intercambio y de educación abierto a las mujeres.

En 1939, tras la Guerra Civil se exilió en Francia, donde además de seguir dando a conocer su ideario, intenta socorrer a los millares de refugiados asentados en los campos de concentración.

Dirigirá el hospital de Varsovia en Toulouse, por donde pasaron numerosos combatientes españoles.
Mujer vitalista, humanista, culta, pacifista, amante de la libertad y enemiga de la guerra, aunque tuvo que sufrir la barbarie militar, luchó por una sociedad donde estuvieran erradicadas las armas y el protagonismo lo tuviera la palabra, la cultura, la solidaridad.

Muere en Toulouse un 15 de abril de 1968.

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