Una mujer de Fuerteventura denuncia que sufrió un aborto debido a los golpes de un agente de la Guardia Civil x La Haine Jacqueline Gómez, una mujer de origen brasileño, ha denunciado la supuesta agresión de la que fue objeto por par- te de un guardia civil y tras la cual ha perdido el bebé que esperaba, dado que el caso terminó en aborto.
El hecho se produjo presuntamente la noche del sábado 19 de julio en la carpa del campeonato de windsurf que se desarrollaba en la playa de Sotavento, tras una disputa entre la mujer, Jacqueline Gómez Lima, y su ex pareja, por un teléfono móvil, según señala la agredida. La mujer de origen brasileño indica que todo ocurrió muy rápido. Tras la discusión la llevaron al exterior de la carpa y ahí fue donde comenzó la agresión por parte de uno de los guardias civiles.
Cuando Jacqueline se encontraba en el suelo, advirtió a las autoridades que estaba embarazada y fue cuando el agresor paró. La trasladaron entonces a una furgoneta, donde intervinieron agentes femeninas para limpiarle las heridas y, en ese momento, el guardia civil que la había agredido la insultó delante de sus compañeras y se marchó, según señala. Acto seguido, las autoridades le indicaron cómo recuperar el móvil por el que se originó la disputa y Jacqueline abandonó el lugar en un taxi.
Cuando llegó a su casa se dio cuenta de que sangraba por vía uterina y se dirigió al Centro de Salud de Morro Jable, donde le hicieron una primera exploración y rápidamente la mandaron al hospital de Puerto del Rosario, dado que presentaba amenaza de aborto. Tras una ecografía, los médicos detectaron que el feto no tenía pulso cardíaco y ayer fue declarado como aborto tras el seguimiento de la evolución del feto, ya que había posibilidades de que fuera recuperado.
Jacqueline, que se encuentra muy afectada por todo lo ocurrido, en especial por la pérdida de su bebé, señala que: "si el guardia civil se hubiera portado como un policía, lo respetaría, pero se portó como un animal, me agredió como si fuera un hombre, sin pensar en ningún momento en mí. Nadie hizo nada por pararle, se comportaba como si supiera que iba a salir impune de lo que hacía. Le pregunté a sus compañeros su nombre para poder identificarle y nadie quiso responderme, es como si todos le tuvieran miedo".
La Provincia
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