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miércoles, 23 de agosto de 2006

Denuncia de una extrabajadora de Mercadona



Denuncia pública de una periodista ex-trabajadora de Mercadona x CNT-AIT Sindicato de Oficios Varios de La Plana "Yo también he sido trabajadora o más bien esclava de Mercarroña, como le llama mi cuñado".
Compartimos esta denuncia anónima que nos ha llegado de una trabajadora:
Yo también he sido trabajadora o más bien esclava de Mercarroña, como le llama mi cuñado.
Trabajaba en televisión y en el periódico El Heraldo, cuando este último cerró, busqué otro trabajo. Una amiga me comentó que en Mercarroña existe un puesto de una especie de relación con el cliente, que allí llaman animadora, y ya que iban a abrir uno en la playa de Benicasim, lugar donde yo resido, que lo intentara. Mandé el currículum, pasé las pruebas y entré.
Las siete semanas de formación las hice en Castellón. El primer día de entrar nos dieron un montón de papeles y libros, de los cuales teníamos que hacer un resumen, yo hice mi resumen de "Los monstruos y el gimnasio", un resumen crítico. En otra ocasión hablé sobre los alimentos que tiran a la basura cinco días antes de que caduquen, me parece horrible, y más con el hambre que hay en el mundo.
Mi resumen crítico constructivo, no le debió gustar mucho a la coordinadora, Mari Paz, pues al día siguiente acompañé a la limpiadora a recoger las colillas del parking. Esta, una señora mayor, me dijo que si iba a ser la nueva limpiadora, y dije que no, que había entrado de animadora, la cual me hizo observar que no era muy normal que me hubieran mandado con ella y que seguramente me habían cogido ojeriza.
No tardé en comprobar que eso era cierto, cuando las 8 personas que entraron conmigo, se preparaban para sus puestos y a mí me mandaban con la limpiadora. Pensé que todo cambiaría en la nueva tienda.
El primer día en preparar la nueva tienda para su apertura estuve tres horas, nos mandaron a casa ya que no venían los camiones y Mari Paz dijo que nos llamaría esa noche para ver cuando teníamos que volver. Como no me llamaba lo hice yo, no una vez sino varias, dejándole mensajes en el contestador, ya que no me cogía el teléfono. Lo mismo el día siguiente y el otro, el tercer día dejé mi último mensaje a las dos de la tarde, cuando una hora mas tarde me llama y me dice que donde estoy, que todas mis compañeras ya estaban en la tienda, le dije que la había estado llamando y dejando mensajes todos esos días, pero le dio igual, me hizo sentir como si la culpable fuera yo. La tienda se abrió y a mi me pusieron en caja, según Mari Paz, ella contaba con tres animadoras, que se iban rotando cada mes, me pareció bien.
No fui animadora en Junio, tampoco en Julio, ni lo tenía en el horario de Agosto, pero mi sorpresa fue mayúscula cuando mi gerente b, Susana, una chica encantadora y trabajadora como la que más, me dice que por orden de Mari Paz me vaya al pescado. Si a mí me dicen que iba a entrar como pescadera no lo acepto, primero porque tengo fobia a la sangre y me dá por vomitar, ¿os imagináis limpiando un pescado y vomitando dentro?. Se lo hice saber y me dijo que hablaría con sus superiores.
Al salir de la charla con ellas e irme a merendar con mis compañeras, ellas al verme preocupada me preguntaron que me pasaba, les conté el tema y una de ellas dijo que no me preocupara que a ella también le habían puesto en el pescado y al marearse la quitaron, otra me dijo que se había enfadado y pidió el traslado a otra sección y sin problemas, pero claro a mi no me medían con el mismo rasero.
También contar que cuando se cerraba la tienda y yo iba en el turno de tarde, me tocaba limpiar los baños. En un principio me dijeron que eso era rotatorio y lo haríamos todas, pero no fue así siempre me tocaba a mí.
El último sábado del mes, con la tienda a tope, y yo de un lado a otro trabajando como una loca, pues me tomaba muy en serio mi trabajo, me llamo Juan Carlos, un chico que íbamos a tener de nuevo jefe, pues Mari Paz cogía al día siguiente la baja por maternidad. Pensé que tenía que traducir a alguien, pues en una tienda de costa, señores, soy la única que habla ingles. Me conduce al despacho y allí Mari Paz me dice que se me acabó el contrato de prueba y que prescinde de mis servicios, le pregunto el motivo y según ella es que no era polivalente, palabra que repite mucho, y parece ser que nadie le ha dicho que polivalente es un cuerpo con muchas valencias, o un suero para muchas enfermedades, supongo que quería decir polifacética pero ese error lingüístico se escucha mucho en estas tiendas. Yo era animadora, cajera, reponedora e interprete, sin cobrar el plus por esto, por lo tanto creo que bastante polifacética. El problema es que no quise ponerme en la pescadería, le volví a recordar mi problema con la sangre, y me dijo que no lo había intentado, le dije que mi problema venía de lejos y podía traerle un justificante médico, pues mi médico de cabecera sabía de todo esto, volvió a insistir con que no lo había intentado, le dije, vamos y vomito delante de todo el mundo, a sí tu te sientes satisfecha y yo hago el ridículo más espantoso. No me valió de nada y me dio el despido para que lo firmara, no lo hice y pedí hablar con un superior, me dijo que con Rafa Carratalá y yo le dije que con Aragüez. No sabía quien era quien en la empresa, pero había notado que a Aragüez le tenían más miedo.
Fui a hablar con Aragüez y le conté todo esto, olvidándome cosas como que nunca me dieron, los análisis que nos hicieron, ni el horario de Agosto, ni las vacaciones, siempre se olvidaba de mí, ahora lo entiendo ya tenía planeado mi despido. Este señor, en el cual yo confiaba me trató de mentirosa, prepotente y no se cuantas cosas más, me quedé de piedra. Me dijo que a nadie se le garantizaba un puesto en la empresa, que dentro de ella podías ser de todo. Yo eso no lo sabía, ni los de recursos humanos me lo habían dicho, me dijo que yo había entrado a Mercarroña para usarlo de trampolín, le dije incrédula que de trampolín de qué, pensé para mí en plan guasa, ah claro es que hay que pasar primero por Mercarroña antes de entrar en la CNN, entre otras lindeces tuve que soportar de que me acusara de menospreciar los supermercados, a lo que contesté que si así fuera, que hacía yo trabajando en uno y más todavía defendiéndome en esos momentos, cuando se cansó de hacerme sentir como basura dijo que aún había hecho mucho por mí perdiendo el tiempo oyéndome, cuando ya yo no trabajaba para la empresa, allí le dije que se reían de los trabajadores que las conferencias y la calidad total que tanto pregonaba Juan Roig se lo saltaban a la torera, y yo que le informaría a él de todo esto, se rió y me dijo que le trasmitiera su respuesta. Entendí que antes defendería a una persona que llevaba un montón de años en la empresa que a mí que acababa de entrar, y eso es lo que sucede, los nuevos, nos hagan lo que nos hagan nunca tendremos la razón.
Podría contar mil bajezas más por las que tuve que pasar, pero creo que con esto es bastante. Me da pena que en una empresa que levantó un señor con todo el esfuerzo del mundo, hayan personas como estas, que comenzaron de pescaderos y cuando se les dá un puesto de poder abusan de él.
Por suerte, al estar presente en los medios de comunicación haré extensible este acontecimiento, también al Sr. Roig, para que vea que las personas tenemos una dignidad y NADIE, NADIE debe tratarnos como basura.

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