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martes, 29 de enero de 2019

LUCHADORES ANARQUISTAS DURANTE EL FRANQUISMO


LUCHADORES ANARQUISTAS DURANTE EL FRANQUISMO
Partida de los Alacranes
Esta partida se forma durante el año 1940, tras la fuga de varios de sus miembros de distintos campos de prisioneros y diversas cárceles.
Estará comandada por los primos hermanos Juan Manuel García Martínez “Chato de Malcocinado” y Lorenzo García Romero “Chato de Huelva”.
Sus componentes serán fundamentalmente miembros de la CNT como los dos Chatos, o Cipriano Diéguez Bella “Perrero de Azuaga”, Carmelo Romero Ortega “Pinche”, José Rubio Martínez “Joselito”, Daniel Sánchez Díaz “Baldomero” y Antonio Sevilla Morales “el Pipa” y de la UGT como José Martín Campos “el Tripas”, Antonio Bozada Centeno, Francisco Carrión Rodríguez “Quilino”, Wenceslao Jiménez Martín “Campillo”, José Jiménez Muñoz, Juan Romero Sánchez “Municipal” o José Salvador González Espino “Ganazo”.
A parte de estos, en este numeroso grupo y los que se formarán cuando se disuelvan los Alacranes y se formen las partidas de “El Chato de Huelva”, “El Chato de Malcocinado” y “El Tripas”, encontramos a Josefa Bermejo Grueso “Paquita”, María Esquivel Vizuete “La Culantra”, Sagrario vera Gordo “la Jabalina”, Antonio Atahona Pérez “Turronero”, Cabo Cano, Francisco Carrizosa Sánchez “Pasos largos”, Miguel Fernández Gálvez “Gallo Pelado”, Manuel Gallego Vizuete “Cristo”, Felipe Gento Romero, Florencio González de Rio “Alemán”, Sebastián Moheda Rico, Francisco Moreno Macías “Chocolate”, Francisco Moyano Salguero, José Pajuelo Cabezas, Manuel Pastor Vázquez “el de Huelva”, Hilario Pérez Rincón, Cándido Prieto Gala, Carmelo Prieto Merino, Julio Ramos Morán, Pedro Rubio Santervás, José Sánchez Arguijo “Calderón”, Juan Sánchez Cordero, Abraham Sánchez Sierra “Patillas”, Emilio Suárez Galván “el Niño”, Jesús Suárez Gómez “Azulito”, Aureliano Viñuelas García “Cantares” y Manuel Vizuete Vizuete “Barcinado”.
La zona de actuación de esta numerosa partida se sitúa entre la sierra norte sevillana y las zonas adyacentes de Córdoba, Huelva y Badajoz. En 1940 es cuando sus integrantes empiezan a echarse al monte, durante 1943 y tras desavenencias internas o simplemente por las ventajas que proporciona el funcionar en partidas más pequeñas, se formarán tres grupos que actuarán de forma independiente a partir de ese momento.
El grupo de “el Chato de Malcocinado” actuará por la zona sur de Badajoz, por los términos de Malcocinado, o Bienvenida, aunque también se les ve por la cordobesa sierra de Hornachuelos o por las sevillanas tierras de Alanís hasta otoño de 1944 cuando son abatidos los últimos miembros de esta partida, la gente de “el Tripas” permanecerá en las sierras cordobesas como la de Hornachuelos o sevillanas hasta el 20 de octubre de ese mismo año cuando son cercados y eliminados por la guardia civil.
Los últimos en caer serán los miembros del grupo del “Chato de Huelva”, quienes aguantan hasta junio de 1945, siendo su zona de actuación la situada entre Aroche, Cerro de Andévalo, Villanueva  de los castillejos o Valdemusa.
Vamos ahora a detallar un poco la actuación de “los Alacranes” y sus posteriores partidas.
El 12 de febrero de 1941 tienen dos bajas tras un asalto de la guardia civil a uno de sus campamentos principales en la sierra del Alta, al día siguiente el abatido es Julio Ramos, y 5 días más tarde y dentro de la misma operación, los civilones acaban con la vida de Francisco Moyano y Antonio Sevilla, también  hay documentadas 14 acciones de suministro, entre ellas un asalto en Llerena, el asalto en abril al caserío de los marqueses de Las colonias en Guadalcanal, el tiroteo sin consecuencias en mayo en el término de Castilblanco, el asalto al cortijo de la Zahurda, en el término de Almadén de la Plata, asaltos en verano en la vega del Viar, el 11 de julio atraco a Eloy Ordóñez en la finca Las Majadillas y los secuestros del propietario Luis García Taviel en El real de la Jara, el de Miguel Sánchez Dalp en La Rinconada o el de Laureano Cañete en Guadalcanal el 1 de diciembre, tras este último secuestro y debido a la rápida movilización de las fuerzas represivas, la partida es descubierta en Alanís donde se entabla tiroteo en el que muere Cipriano Diéguez y resulta detenida María Esquivel. María será condenada a muerte y ejecutada el 12 de febrero de 1943.
El día 6, la guardia civil localiza y elimina a José Rubio. Durante ese año, acabaron con la vida de una persona afín al régimen, aunque desconocemos más datos. En agosto es detenido Antonio Bozada, condenado a muerte en Sevilla y ejecutado el 23 de ese mismo mes.
Del año 1942 tenemos noticias de su intento de atraco en Los Santos de Maimona en el mes de septiembre, durante el cual eliminan a un brigada de la benemérita.
También sabemos del secuestro de Manuel Cazalla Márquez en El Pedroso, del que consiguen 75.000 pesetas y un secuestro frustrado por la guardia civil con su posterior tiroteo en Castilblanco de los Arroyos.
En enero de 1943 ejecutan al derechista Miguel Carrizosa en el término de Azuaga y dan muerte a un alguacil.
También en enero la guardia civil acaba con la vida del guerrillero Pedro Rubio en el término de Alanís.
Poco después secuestran al propietario José Luna Esteban, lo que les proporciona un botín de 100.000 pesetas en Bienvenida (Badajoz).
Parece ser que tras este secuestro es cuando deciden separarse y formar tres partidas autónomas. A partir de aquí, son varias las acciones que no sabemos a cuál de las tres partidas adjudicar, como el atraco a un cortijo en Aroche.
En julio de ese mismo año, el grupo de “El chato de Huelva” elimina en Villanueva de los Castillejos al padre e hijo de la familia Orta por el maltrato que daban a sus jornaleros.
Con la entrada del siguiente año llega el desastre y la casi eliminación de las partidas.
Entre las emboscadas de la guardia civil, la actuación de las contrapartidas y los encuentros ocasionales con la benemérita, la guerrilla va dejando un profundo rastro de sangre por sierras andaluzas y extremeñas.
El 7 de marzo, en las cercanías de La Velilla cae abatido José Pajuelo. El 25 de abril en el término de Fuenteovejuna son abatidos Manuel Gallego y Daniel Sánchez.
El 5 de mayo la partida del “Chato de Malcocinado”, ejecuta al terrateniente Manuel Cortés en Bienvenida. De nuevo en Fuenteovejuna el 7 de julio, el finado es el guerrillero Hilario Pérez.
El 20 se entregan en el puesto de la Chiribía los guerrilleros Cándido Prieto y Juan Sánchez. El  24  en Malcocinado dos nuevas víctimas, José Sánchez y Aureliano Viñuelas, para terminar el fatídico mes, el 31, tras el secuestro de Rufino Roza por los del “Chato de Huelva” cerca de Monesterio muere Antonio Atahona tras la emboscada de la guardia civil.
Tres días más tarde el resto del grupo es localizado cerca de Guadalcanal, hay un nuevo tiroteo, en el que es abatido Florencio González y resulta malherido el propio “Chato de Huelva”.
El 16 de agosto en la sierra de Hornachuelos caen tres hombres del “Chato de Malcocinado”, Emilio y Jesús Suárez, más otro desconocido. El siguiente día y siguiendo con la misma operación el abatido es Francisco Carrizosa, en el término de de Constantina.
En septiembre se entregan a la guardia civil Francisco Moreno y Manuel Vizuete, quienes empiezan a trabajar con la contrapartida del cabo Ruano. Debido a dicha complicidad, el 25 de septiembre cae abatido en la finca de la Chirivía el “Chato de Malcocinado”, pudiendo escapar del cerco Josefa Bermejo, que llega hasta Sevilla donde se ocultará una temporada y acabará entregándose a las autoridades.
La partida del “Tripas” secuestra el 14 de octubre en Cazalla a Domingo Gómez, del que obtienen 60.000 pesetas. Tras un impresionante efectivo puesto en marcha por las autoridades, en el que son usados los servicios del anteriormente detenido Francisco Moreno como guía, el grupo es cercado el día 20 en las cercanías del río Viar, el largo tiroteo dejará como resultado los cuerpos sin vida de  José Martín, Carmelo Romero, José Salvador y José Jiménez y dando por finalizadas las andanzas de la partida del “Tripas”.
Ya solo queda el grupo del “Chato de Huelva” y muy reducido. Durante 1945 se dirige hacia la zona de Valdemusa, el 6 de febrero asaltan una finca en El Cerro, posteriormente roban unos cochinos en La Lapa y tienen un tiroteo con la guardia civil del que huyen sin consecuencias.
El 23 de mayo atracan al pagador de los obreros de la carretera que se construía en Valdemusa al que le quitan 4.200 pesetas. El 8 de junio, tras la detención de un enlace, son descubiertos en el Barranco de Agua Agria lo que queda de grupo. Cercados por la guardia civil y tras hora y media de tiroteo el resultado es la muerte del “Chato de Huelva” y de Sagrario Vera, sus cadáveres fueron expuestos a escarnio público durante un tiempo junto a la plaza de Abastos.
Sebastián Moheda logra huir con un tiro en la cara y Felipe Gento había tenido la suerte de marcharse un rato antes, aunque parece que fueron posteriormente detenidos.
 

ASESINATO DE TRABAJADORES DE LA CARRACA Y SAN FERNANDO POR EL MILITAR RAFAEL RODRIGUEZ DE ARIAS


ASESINATO DE TRABAJADORES DE LA CARRACA Y SAN FERNANDO POR EL MILITAR RAFAEL RODRIGUEZ DE ARIAS

HOJA Nº 42 DE EL ORDEN - PUBLICADA EN MARZO DE 1877 POR LA ASOCIACION INTERNACIONAL DE LOS TRABAJADORES SOBRE LOS ASESINATOS DE LOS TRABAJADORES EN LA CARRACA Y SAN FERNANDO

EXTRAIDO DEL LIBRO EL PROLETARIADO MILITANTE

 

Tres puntos resaltan en la transcrita Memoria que merecen fijar la atención del lector.

1° La malicia burguesa y la crueldad gubernamental con que fueron tratados los internacionales en España, no sólo como internacionales, sino como trabajadores que aspiraban a librarse de la esclavitud capitalista.

2° La candidez revolucionaria de los trabajadores.

3° La pequeñez y consiguiente debilidad de la organización obrera.

En efecto, ya hemos visto en otro lugar el Manifiesto de la Comisión Federal relatando los atropellos que en nombre de la República federal cometieron los funcionarios de la centralización autoritaria; ahora veremos los horrores cometidos en Cádiz contra infelices presos por orden de la autoridad militar.

En esa Memoria, con fidelidad de cronistas y con sinceridad de dignísimos trabajadores que cumplen un cargo oficial por mandato de sus compañeros, se expone una tristísima verdad, desconocida generalmente por el silencio de la prensa burguesa al servicio de los poderosos, referida en el número 42 de El Orden, hoja clandestina, publicada en España en marzo de 1877:

Hace ya tiempo que El Orden hizo públicos los horrorosos crímenes cometidos en la Carraca y San Fernando por los sicarios de la burguesía y cuyas víctimas fueron padres de familia honrados y laboriosos, que pagaron con una muerte horrible el delito de pertenecer a la clase trabajadora.

Entonces dijimos que, aparte de otras monstruosidades que nos resistíamos a creer, nos constaba que habían sido arrojados al mar, vi- vos y metidos en sacos con una gruesa bola atada a los pies, sesenta y seis trabajadores que estaban en calidad de presos en la Carraca.

Por más feroz y antihumanitario que esto parezca, era una verdad, y hoy (y según prometíamos en nuestro anterior número), podemos precisar algunos pormenores que hielan de espanto y hacen estallar de ira el corazón.

Uno de los crímenes que fueron más conocidos en San Fernando fue perpetrado en la persona del desgraciado Ramón Cuesta. Había sido presidente del Comité Republicano de la Isla, desde el año 60 al 70, y éste fue el pecado que purgó con la horrorosa muerte que le dieron.

En prueba de lo anterior diremos, que no tan sólo se había abstenido de tomar participación alguna en el movimiento cantonal de Cádiz, sino que por el contrario, impulsado por sus simpatías con los benevolos, que parece le tenían ofrecido un puesto de Gobernador de Provincia, o porque creyera de buena fe que el movimiento era in- oportuno, el caso es que rechazó y censuró duramente dicho movimiento.

Esto no le libró de ser preso en cuanto entraron en la Isla las tropas del Gobierno republicano del funesto Salmerón: de la Isla fue conducido a la Carraca, donde le pusieron incomunicado, pero a la siguiente noche del día de su prisión, vio llegar a su calabozo los carceleros acompañados de un soldado de marina, los cuales le dijeron que les siguiera.

El desgraciado Cuesta, que estaba enterado como todos los presos, de las numerosas crueldades a que venían entregándose con ellos los defensores del orden y de la propiedad, viendo además que eran más de las 12 de la noche, tuvo un terrible presentimiento de lo que con él se proyectaba, y se negó a salir del calabozo.

Viendo sus despiadados verdugos que no conseguían persuadirle con sus mentidas palabras, se arrojaron sobre él, arrastrándolo a viva fuerza, pero el infeliz, haciendo un supremo esfuerzo logró asirse de la reja del rastrillo, prorrumpiendo en desgarradores gritos: ¡Que me asesinan! ¡Que me matan! ¡Socorro! gritaba el infeliz, pero todo era en vano para su salvación, antes por el contrario, excitada la furia de sus verdugos por la misma resistencia que oponía la víctima, redoblaban sus esfuerzos, golpeándole con una ferocidad salvaje.

El estrépito era, como puede suponerse, grandísimo; los demás presos que oían aquellos gritos y adivinaban la causa, unos estaban sobrecogidos de espanto y otros rugiendo de cólera, pero como aquella brutal lucha no concluía, para terminarla y poder consumar el horro- roso crimen que tenían pensado, intervino el capataz de las Cuatro Torres, don Gregorio García Borrero, diciéndole al pobre preso: no grite usted hombre, que no se le va a hacer ningún daño; déjese usted conducir, que yo le aseguro bajo mi palabra que va usted a otro sitio mejor.

Rendido de fatiga y casi engañado por estas palabras, se dejó arrastrar por los que acompañaban al capataz, pero no habían andado diez pasos, cuando el soldado de marina que había venido exprofeso para este repugnante oficio de verdugo, le asestó una cuchillada en la espalda, con una navaja de afeitar, infiriéndole una larga y profunda herida. Al grito que exhaló el infeliz, y como si no fuera bastante, se arrojaron sobre él cuatro soldados más que estaban ocultos en la habitación del portero, y le acabaron a bayonetazos allí mismo.

Su cadáver desapareció y como había estado incomunicado, su muerte pudo ser ocultada bastantes días.

La pobre viuda, ignorante de que lo era, llevaba la comida todos los días para su esposo a la Carraca, hasta un día en que la dijeron que había sido conducido a Madrid. Inmediatamente púsose en camino la infeliz para ir en busca suya, pero como era natural, la fue imposible obtener ni el menor indicio.

¡Júzguese del dolor de esta desgraciada, considerando que al regresar a Cádiz tuvo la primera noticia de la suerte que a su marido le había cabido!

Estos horribles pormenores, obtenidos en parte de los mismos presos que, estando incomunicados como la víctima, oyeron sus gritos y lamentos, han sido completados después en el Hospital Militar de San Carlos y ante varios testigos, precisamente por uno de los principales ejecutores, por el sargento primero de marina, García Arenas, que estuvo entreteniendo a su auditorio con la relación (que quiso hacer divertida), de tan horrorosas escenas. Este mismo añadió, como prueba de lo fecunda que había sido su participación en tales crímenes, que ya sus mismos compañeros le llamaban alma negra, pero tenía para consuelo y premio de sus hazañas, el ascenso a alférez que le fue otorgado. ¡Y este hombre ha partido ileso para la isla de Cuba!

Un detalle reveló el tal García Arenas que nos olvidábamos de consignar. Todos los que tomaban parte en estos crímenes tenían señalado por el Excelentísimo señor don Rafael Rodríguez de Arias y Villavicencio, Capitán General del distrito marítimo, un sobresueldo de un duro diario.

Todavía vive un desgraciado, que está preso desde los acontecimientos de Cádiz, el cual escapó de la muerte por su resolución para buscarla.

Concluida la sublevación, fue preso y llevado a la Carraca, donde en compañía de otro preso para él desconocido hasta entonces, fue in- comunicado. Ya tenía noticia de varios asesinatos que habían tenido lugar cuando llamaron a su compañero de calabozo, que no volvió para recoger su petate. Persuadido de que había sido asesinado como tantos otros, y echado en los caños de la Carraca con un lingote a los pies, resolvió evitar tal suerte suicidándose. Para tal efecto, pidió una botella con refresco, que le llevaron de la enfermería. Tiró su contenido, la rompió y con uno de los vidrios se cortó las venas de los brazos. Cuando vinieron a su vez a llamarlo, lo encontraron exánime, y lo llevaron al hospital ¡Cosa singular! No le han formado causa por tentativa de suicidio, porque al preguntarle por qué lo intentó, contestaba el preguntado a su vez: ¡Decidme antes donde está mi compañero de calabozo!

En medio de las sombras en que se cuidó de ocultar estos crímenes, hemos podido averiguar algunos nombres de los desgraciados que fueron asesinados.

Faustino Fuentes, originario de Galicia, capitán de la Milicia Republicana; ha dejado viuda y cuatro hijos.- Antonio Santana, voluntario; ha dejado viuda y dos hijos.- Antonio Camacho, voluntario; viuda y cuatro hijos, y Francisco La Chica, voluntario; viuda y tres hijos.

Los nombres de algunos de los sicarios los publicaremos en el próximo número.

De todos estos crímenes es directamente responsable ante el pueblo insurreccionado, el infame y cobarde verdugo Excelentísimo señor don Rafael Rodríguez de Arias y Villavicencio que ha sido condecorado con la gran cruz de San Fernando pensionada con mil pesetas que pagarán los hijos de las víctimas.

En la actualidad vive esta fiera en la villa y corte, en aquel nido de víboras y zánganos, calle de Goya, número 6, cuarto segundo, Barrio de Salamanca.

Se lo recomendamos muy eficazmente a los trabajadores de Madrid y al Núcleo Vengador Ejecutivo.

La Comisión de Propaganda.

 

Para la burguesía española, monárquica o republicana, el proletario no podía pasar de votante, de soldado y de trabajador, y cuando vio que éste manifestaba aspiraciones a la igualdad social y predisposición revolucionaria, intentó hacer un escarmiento, aprovechando la lección dada por la burguesía republicana gubernamental francesa en la represión ejecutada contra los vencidos de la Comuna de París.

Aceptada La Internacional en un principio por el proletariado como agrupación de trabajadores que se cuentan y organizan para entenderse y ponerse de acuerdo en un pensamiento de reorganización social, dominó en los primeros tiempos un temperamento pacífico; pero cuando el privilegio asombrado y asustado vio el peligro y se mostró desconfiado y agresivo, se produjo en el proletariado español un cambio en el sentido de acción revolucionaria.

Tan fuera de razón era la confianza primitiva como la idea de violencia posterior. Era natural; faltaba educación, experiencia, conocimiento y obraba el proletariado como la infancia: con candidez o con rabia, pero moviéndose en la impotencia.

Era notable la confianza con que los internacionales españoles, iniciados en la tendencia anarquista, discutían con los burgueses:

Nuestra organización es igualitaria y libre, decían, cada uno des- empeña su función y no necesitamos dirección ni presidencia; y cuando un burgués se manifestaba admirado de que en las sociedades obreras no hubiera presidente que asumiera la representación y el mando, los internacionales sonreían con orgullosa superioridad, co- mo si poseyeran un secreto impenetrable a los cortos alcances del interlocutor burgués.

Esa candidez era perjudicial: ni había tal secreto ni tampoco era cierta la carencia total de autoridad. Lo que había era un convencionalismo que engañaba a los mismos trabajadores que lo empleaban.

Ya hemos visto al Consejo general imponiéndose a la Asociación y procurando además imponerse artificiosamente en el Congreso de la Haya; hemos visto a los Congresos de la Federación española despojar al Consejo federal de atribuciones, reduciéndole a simple oficina de correspondencia y estadística, y hasta cambiar su nombre en Co- misión federal, para que pareciera su nombre menos autoritario, mientras que en la resistencia primero y en la acción revolucionaria después, se le concedían por los Estatutos y por los acuerdos de las Conferencias comarcales atribuciones supremas, y por último vemos por la Memoria transcrita que en una Federación regional que contaba con 73 Federaciones locales, 20 de las cuales constaban de un solo oficio y 45 de una sola sección de oficios varios, o sea núcleos de obreros y burgueses jóvenes, sólo había 8 entidades que pudieran considerarse como verdaderas federaciones por haber más de dos oficios o entidades pactantes.

Así se comprende que se creasen o se disolvieran de una plumada federaciones comarcales y agrupaciones locales, que en realidad sólo eran juego de palabras sin realidad positiva.

Extraido del libro - El proletariado militante de Anselmo Lorenzo

lunes, 28 de enero de 2019

AYER DIA 27 DE HACE UN AÑO SE COLOCÓ LA PLACA EN MEMORIA DE LOS COMPAÑEROS QUE DIERON SU VIDA EN DEFENSA DE LA LIBERTAD EN CADIZ


AYER DIA 27 DE HACE UN AÑO SE COLOCÓ LA PLACA EN MEMORIA DE LOS COMPAÑEROS QUE DIERON SU VIDA EN DEFENSA DE LA LIBERTAD EN CADIZ
Esta fue la convocatoria:
Acto: colocación de la placa en memoria de l@s compañer@s que dieron su vida en defensa de la libertad, como consecuencia del vil golpe de estado fascista de 1936
Lugar: Mercado Municipal de Abastos, junto al edificio de Correos de la Capital gaditana. Plaza de Las Flores
Mañana, sábado día 27 de enero de 2018 a las 13.00 horas, tendrá lugar la colocación de una placa en memoria de l@s compañer@s que lucharon y dieron la vida en defensa de la libertad. Esta placa, tenía que haberse colocado hace 22 años, pero por cuestiones políticas ajenas a nuestra voluntad no ha sido posible. Contamos con vosotr@s, compañeros. Salud.
Este artículo lo escribió, un viejo militante de la CNT-AIT de Cádiz, que ya nos dejó y se publicó por jóvenes Anarcosindicalistas de la CNT-AIT de Cádiz, que éran miembros de un Ateneo Libertario “Ateneo de Estudios Sociales “ Fermín Salvochea”. Estos recuerdos se publicaron en Julio de 1979 en una revista de la cuál se editaron varios números que se llamaba “Germinal”.
Entraron los bárbaros. Cádiz y el 18 de julio de 1936 No podíamos dejar de dedicarles unas líneas a los hechos ocurridos en esta Ciudad en aquellas fechas luctuosas del mes de Julio del 36 que dicho sea de paso.- veníamos denunciando desde hacia tiempo en nuestra prensa Confederal y Libertaria, como en todos los actos públicos, lo que el fascismo y las derechas reaccionarias venían preparando contra la República y el pueblo en General. Desde el primer momento de la sublevación, los hombres mas representativos de la U.G.T. y de la C.N.T., igualmente de los partidos políticos de izquierda, se personaron en el Gobierno Civil, para entrevistarse con el Gobernador Civil de la provincia, Don Mariano Zapico.
Se le planteó la urgente necesidad a la situación creada por las fuerzas sublevadas, que se les entregaran algunas armas a los hombres mas responsables de las dos Centrales Sindicales, y también a los representantes de los partidos de Izquierda, teniendo en cuenta que, en ese mismo edificio se hallaban las armas intervenidas por la aduana del alijo descubierto en un barco cargado de carbón en este puerto, destinadas a los elementos falangistas y de derechas.
El señor Zapico, desgraciadamente para el y para todos, confió más en la palabra de “honor” dada por el General López Pinto que en la de los hombres que en aquellos momentos críticos estaban dispuestos de verdad a defender la República con todas sus consecuencias. Las buenas y asustadizas palabras del Señor Zapico no convencieron a los allí reunidos que trataron por todos los medios de convencerle de su grave error, error que mas tarde pagaría con su vida y también de las demás personas que desde el primer momento trataron de ayudarle a él y al régimen que en ese momento representaba.

HA FALLECIDO NUESTRO COMPAÑERO JOSE MANUEL GONZALEZ FERNANDEZ DE LA CNT DE GIJON


HA FALLECIDO NUESTRO COMPAÑERO JOSE MANUEL GONZALEZ FERNANDEZ DE LA CNT DE GIJON
Nos llega la triste noticia de la muerte de José Manuel González Fernández a los 65 años compañero de la CNT de Gijón. Trabajador de Acelor, infatigable luchador desempeñó diferentes cargos en su sindicato y en la Regional Asturleonesa de la CNT. Como a él le gustaba decir "igual que decimos si nadie trabaja por ti que nadie decida por ti, en el sindicato debemos aplicar el si nadie decide por ti que nadie trabaje por ti". ¡Seguimos en la brecha, que la tierra te sea leve compañero!
Nuestro mas sentido pésame a su familia desde el SOV CNT-AIT de Puerto Real

domingo, 27 de enero de 2019

CRONICA DE LA CHARLA SOBRE LA MANO NEGRA


            CRONICA DE LA CHARLA SOBRE LA MANO NEGRA


 

            El viernes 25 de Enero a las 7 de la tarde se desarrolló el programado acto sobre la trama de La Mano Negra: dentro del ciclo de conferencias que organiza la Biblioteca José Luis García Rúa y el SOV de la CNT-AIT de Puerto Real.

            El compañero Pepe, expuso –entre otras–  las dos principales razones por las que el Estado, defensor a ultranza de la burguesía andaluza, se decidió a masacrar el movimiento campesino y sus organizaciones a toda costa: aplicando sin pudor la tortura, la mentira, la indefensión y la muerte más atroz.

            En primer lugar señaló que, como consecuencia de la sequía y las malas cosechas que azolaron la región, los años 1881 y 1882, el hambre y la miseria, alimentó la rebelión social de los jornaleros. En esas deplorables condiciones al jornalero solo le quedaban tres opciones: la limosna, el robo o la muerte. El asalto de las tiendas, panaderías y carnicerías, las invasiones de cortijos y finalmente la toma de Jerez, asustaron de tal manera a los caciques de la zona que,  mandaron intervenir al propio ejército y a la Guardia Civil.

            En segundo lugar y no menos importante fue, el crecimiento y desarrollo de la Primera Internacional que en España la representaba: la Federación de Trabajadores de la Región Española. En el año 1882, a finales, las secciones de la Federación trataron: la necesidad perentoria de organizar una huelga general en el sector agrario para lograr, mejoras salariales y condiciones de vida. Fue un coronel jefe de la Guardia Civil de Andalucía Occidental quien se inventó “un supuesto reglamento” de una organización secreta llamada La Mano Negra que, según ellos, apareció bajo unas piedras en la zona de Arcos que pertenecía a la Internacional, y en cuyos estatutos se alentaba, al asesinato de la burguesía.

            Tras explicar los tres procesos encausados por crímenes comunes, se refirió a como el Estado, apoyado por los propietarios y por la prensa amarilla, se aprovechó de estos hechos para identificar la Mano Negra con la FTRE y a esta con los crímenes, para así cortar de raíz el crecimiento y desarrollo de la Internacional en España; además de impedir que la huelga general agraria, pudiera abortar la recogida de la cosecha que se esperaba fructífera para el año 1883. En definitiva, se aprovecharon de aquellos crímenes comunes para acusar y detener, a miles de jornaleros anarquistas de la Internacional, para más tarde, tras torturar a cientos de ellos, acusarlos de unos crímenes que no cometieron. Los procesaron, condenaron y sentenciaron en junio de 1883: a muerte a siete de ellos, y a 17 años de prisión a otros ocho compañeros. Los siete, fueron ejecutados públicamente a garrote vil en la Plaza del Mercado de Jerez el 14 de junio de 1884.

            Tras comentar de forma más breve, la huelga general y la toma de Jerez, el 8 de enero de 1892, y ahondando en las características, en parte similares, a lo acontecido diez años antes, en los sucesos de la Mano Negra, ya que en este caso, también supuso la condena de cuatro obreros a muerte por garrote vil junto a varias cadenas perpetuas. Una vez más la persecución de los anarquistas fue el objetivo prioritario del Estado. Incluso acusaron a Fermín Salvochea de máximo organizador estaba cumpliendo nueve años de prisión, por una manifestación convocada para el Primero de Mayo de 1891, y a la que los jueces sumaron otros doce años más.

            A continuación, versó sobre el caso Scala como otro montaje del Estado, contra el anarquismo y el anarcosindicalismo representado por la CNTait en España. Nos recordó que un 15 de enero de 1978, la CNTait organizó una manifestación contra la firma de los Pactos de la Moncloa y las elecciones sindicales como órgano corporativo al servicio de las empresas y el capital. Acudieron entre diez mil y quince mil trabajadores que nos oponíamos a este pacto político. Tras tantos años de represión al fin nos mostrábamos con una enorme vitalidad. Acabada la misma sobre las 13,15 horas aproximadamente, lanzan varias botellas incendiarias sobre la pared frontal de la sala de fiesta más conocida de Barcelona: La Scala. Como resultado del incendio mueren cuatro trabajadores afiliados a la CNTait: Diego Montero, Bernabé Bravo, Ramón Egea y Juan Manuel López. Este hecho como se ha demostrado por posteriores investigaciones, fue el primer caso de terrorismo de Estado en la democracia, siendo ministro el falangista Rodolfo Martín Villa. Este individuo llegó a declarar que no le preocupaba tanto la ETA, como el anarquismo y el movimiento libertario. Tan solo 48 horas después el martes 17 de enero, la policía informaba que, todos los presuntos autores del atentado estaban detenidos y se les relacionó inmediatamente con la CNTait. Pedazo de éxito policial, como en los mejores momentos del franquismo. Acusados de pertenecer a un comando de la FAI, y afiliados a la CNTait, empezaron las detenciones en los medios anarcosindicalistas. El caso Scala supuso el acoso contra un movimiento libertario y una CNTait, que contaba con más de cien mil afiliados solo en Cataluña.

La vista tuvo lugar en diciembre de 1980. Los abogados de la defensa exigieron que declarase tanto Martín Villa como el confidente de la policía Joaquín Gambín responsable e inductor del atentado al servicio de los cuerpos de seguridad del Estado. A pesar de que Gambín se había “fugado” de la prisión de Elche, en extrañas circunstancias, es decir por la cara, y con varias órdenes de busca y captura, la policía tan eficiente al detener en 48 horas a los presuntos autores, todos jóvenes de la CNTait, en el caso de su confidente, nada de nada. La defensa apuntaba a un montaje policial que más tarde quedó demostrado que este delincuente fue captado por los servicios de Gobernación e introducido en la CNTait, para dirigir el atentado. En qué cabeza cabe que tras una manifestación convocada y en solitario por el sindicato, atentara el mismo día contra un local de fiesta donde para colmo de los colmos, murieron cuatro compañeros de la CNTait. Tendríamos que ser unos auténticos idiotas e imbéciles para promover tal locura. Lo cierto es que sentenciaron tres de nuestros compañeros: José Cuevas, Xavier Cañadas y Arturo Palma a 17 años de prisión; a Luis Muñoz a dos años y seis meses y a Rosa López a 5 meses de prisión.

            La triste realidad es que, desde entonces, la Confederación no levanta cabeza.

            Al término de la conferencia se aprobó que la próxima charla se dedicara a: La Semana Trágica de Barcelona 1909.

            El movimiento anarcosindicalista de la CNT-AIT siempre se ha marcado por el concepto de la enseñanza, de la formación, la cultura, los ateneos libertarios, mujeres libres, teatro, etc., y en eso estamos, de ahí los actos que organizamos como Sindicato y Biblioteca.

            La CNT por principios ideológicos, es una organización totalmente autónoma y autogestionaria. No aceptamos subvenciones de organismos públicos ni privados. La ausencia de liberados y funcionarios hace posible nuestra independencia y coherencia con nuestras propias ideas. La labor formativa y cultural corresponde al propio Sindicato y a la Biblioteca. Todo se realiza y construye con el esfuerzo y el sacrificio de sus militantes, afiliados y simpatizantes. Y… en ello persistimos.

Sindicato Oficios Varios CNT-AIT Puerto Real

Biblioteca “José Luis García Rúa”

26 Enero 2019

viernes, 25 de enero de 2019

ESTATUTOS DE LA ASOCIACION INTERNACIONAL DE TRABAJADORES


ESTATUTOS DE LA ASOCIACION INTERNACIONAL DE TRABAJADORES
Los estatutos del sindicalismo revolucionario (AIT)
I. Introducción
La lucha secular entre explotados y explotadores ha adquirido una amplitud amenazadora. El Capital, omnipotente, levanta nuevamente su cabeza monstruosa. A pesar de las luchas intestinas que desgarran a la burguesía y al capitalismo cosmopolitas, éstos se encuentran ya en magníficas condiciones de relación, que han de permitirles lanzarse con más unidad y fuerza sobre el proletariado y uncirlo al carro triunfante del Capital.
El capitalismo se organiza, y de la situación de defensa en que se encontraba, se lanza ahora a la ofensiva en todos los frentes de la clase trabajadora. Esta ofensiva tiene su origen profundo en causas bien concretas: en la confusión de ideas y principios que existe en las filas del movimiento obrero, la falta de claridad y de cohesión sobre las finalidades actuales y futuras de la clase obrera, y la división en sectores innumerables; en una palabra, en cuanto constituye debilidad y desorganización del movimiento obrero.
Contra este ataque cerrado e internacional de los explotadores de toda laya, no cabe más que el empleo de un solo procedimiento: la organización inmediata del ejército proletario en un organismo de lucha que recoja en su seno a todos los obreros revolucionarios de todos los países, constituyendo con ellos un bloque granítico contra el cual irán a estrellarse todas las maniobras capitalistas, las que al fin acabarían por ser aplastadas por la fuerza de su peso enorme.
Este movimiento de emancipación no puede aceptar las líneas de conducta indicadas por aquellas tendencias del movimiento obrero que aspiran a la armonía entre el capital y el trabajo, deseando una paz internacional con el capitalismo e incorporándose en el Estado burgués. Tampoco puede aceptar las tendencias que propagan los principios de la dictadura del proletariado, contrarios a la finalidad de la mayor libertad posible y del bienestar para todos, pues ésta es la finalidad de todos los obreros conscientes.
Contra la ofensiva del Capital y contra los políticos de todos los matices, los trabajadores revolucionarios de todo el mundo deben levantar una verdadera Asociación Internacional de los Trabajadores, en la que cada miembro sepa que la emancipación de la clase obrera noserá posible hasta que los obreros mismos en su calidad de productores logren prepararse en sus organizaciones económicas para la toma de posesión de las tierras y de las fábricas y capacitarse, también, para administrarlas en común, de manera que ellos se encuentren en condiciones de poder continuar la producción y asegurar toda la vida social.
Con esta perspectiva y esta finalidad delante de sí, el deber de los trabajadores consiste en la participación en toda acción que implique fines de transformación social, siempre con la intención de aproximarse a la realización de nuestros propios fines; haciendo sentir, en dicha participación, el peso de nuestra propia fuerza, esforzándonos para dar a nuestro movimiento, por la propaganda y la organización, los medios necesarios que le permitan sustituir a sus adversarios. Lo mismo, en todas partes donde sea posible, hay que realizar nuestro sistema social a título de modelo y ejemplo, y nuestras organizaciones deben ejercer, en el marco de sus posibilidades, la máxima influencia sobre las otras tendencias para incorporarlas en nuestra propia acción, es decir, la lucha común contra todos los adversarios estatales y capitalistas, siempre teniendo en cuenta las circunstancias de lugar y de tiempo, pero conservando fielmente las finalidades del movimiento emancipador de los obreros.
II. Los principios del sindicalismo revolucionario

jueves, 24 de enero de 2019

CHARLA-DEBATE SOBRE LA MANO NEGRA


CHARLA-DEBATE SOBRE LA MANO NEGRA

Mañana Viernes 25 de Enero  a las 7 de la tarde, reanudamos de nuevo las charlas-debate que organiza la “Biblioteca José Luis García Rúa” y la CNT-AIT de Puerto Real dentro del Foro para el debate y el conocimiento.

Esta primera de este año será sobre Los Sucesos de Jerez 1882 La Mano Negra.

Asiste y participa, te esperamos en la calle San Francisco 18 de Puerto Real

Salud, Anarquía y Revolución Social

CONCIERTO SOLIDARIO EN APOYO A LOS COMPAÑEROS REPRESALIADOS DE CADIZ


CONCIERTO SOLIDARIO EN APOYO A LOS COMPAÑEROS REPRESALIADOS DE CADIZ

El Sindicato de Oficios Varios CNT-AIT de Cádiz organiza un concierto Solidario para el próximo sábado 09 de febrero de 2019 a partir de las 20:00h. con el fin de recaudar fondos en apoyo a compañeros represaliados.

 Como sabéis CNT-AIT no recibe subvenciones ni del estado ni de instituciones y por tanto está también dentro de su lucha el conseguir fondos autogestionariamente.

Os invitamos a ir y participar. Viva la Lucha de l@s Trabajador@s.... Sin Comités, Sin Liberadas/os y Sin Subvenciones!!!
Fuente:CNT-AITCádiz

lunes, 21 de enero de 2019

39 AÑOS DEL ASESINATO DE YOLANDA GONZALEZ


39 Años del asesinato de Yolanda González

Tenía solo 19 años y toda la vida por delante cuando, el 1 de febrero de 1980, miembros del partido de extrema derecha Fuerza Nueva asesinaron a Yolanda Gonzalez Martín, estudiante y militante socialista-revolucionaria. Ahora, cuando se cumplen treinta y cuatro años del crimen cometido en plena transición democrática, el 3 de febrero de 2014 se va a celebrar un homenaje a la luchadora antifascista, en el Ateneo de Madrid, con la proyección del documental “Yolanda en el país de los estudiantes”, dirigido por Isabel Rodríguez y Lander Castro. Como escribe un militante libertario, comentando el aniversario “ésta es una  oportunidad más para no olvidar nuestro pasado histórico más reciente y una oportunidad para recordar que con legislaciones similares a la que quieren ‘regresarnos’ afloran comportamientos y situaciones” como la que acabó con la vida de Yolanda González. Nada extraño, por otra parte, cuando además estamos asistiendo en distintos países de Europa a un crecimiento preocupante de la derecha más extrema, recalcitrante, fundamentalista y asesina (el caso de Grecia o Alemania contra los inmigrantes).

Yolanda González Martín era la representante del Centro de Formación Profesional de Vallecas (Madrid) en la Coordinadora de Estudiantes de Enseñanza Media. Se había trasladado a la capital de España un año antes para iniciar estudios de electrónica en dicho Instituto. Compaginaba sus tareas formativas, militancia política y estudiantil con eventuales trabajos como empleada del hogar para tener autonomía financiera respecto a su familia, que era de carácter obrera. Era militante del trotskista Partido Socialista de los Trabajadores,1 un pequeño grupo político que no era aún legal, que provenía de una escisión de la Liga Comunista Revolucionaria en el otoño de 1979 denominada “Fracción Bolchevique“. A los 16 años se afilió a las Juventudes Socialistas de España dentro de la corriente izquierda socialista en su Bilbao natal, para evolucionar, posteriormente hacia el trotskismo.

Yolanda González Martín fue secuestrada a última hora de la tarde del día 1 de febrero de 1980 en su domicilio, en la calle Tembleque (Barrio de Aluche) de Madrid, cuando se hallaba sola en el “piso de estudiantes” que compartía con su novio y otra compañera del PST, al que los secuestradores irrumpieron engañando a Yolanda enseñando carnés falsos policías.

Al regresar a medianoche, su novio encontró todo ordenado y las luces encendidas, pero no estaba ni Yolanda ni la otra compañera. Pensó que estarían en alguna reunión tardía. Al despertarse en la mañana del día 2 de febrero notó, extrañado, que el bolso, cartera y DNI de Yolanda estaban en la mesa del salón, preocupado por si hubiera sido detenida hizo varias gestiones telefónicas en instancias policiales y judiciales de Madrid para averiguar su paradero, sin resultado. En la misma mañana al regresar la compañera de piso y de partido, con dos amigos, se encontró en el piso con policías de paisano registrando la vivienda. Fueron llevados a la Dirección General de Seguridad donde fueron interrogados sobre sus actividades políticas y su posible relación con ETA. El novio, por la tarde, al acudir a la sede del partido le informaron sobre el fatal destino de Yolanda. Al parecer,  los secuestradores se presentaron el día 1 por la mañana en la vivienda y al no encontrar a nadie decidieron volver por la tarde-noche.

Yolanda González Martín fue asesinada por los miembros de Fuerza Nueva Emilio Hellín Moro e Ignacio Abad Velázquez, que contaron con la colaboración de varios sujetos más (José Ricardo Prieto, Félix Pérez Ajero, Juan Carlos Rodas Crespo y David Martínez). Juan Carlos Rodas Crespo (que era agente de la Policía Nacional anteriormente Policía Armada, posteriormente denominado Cuerpo Nacional de Policía, CNP ), participó en la vigilancia del exterior de la vivienda junto a otros cómplices, mientras Emilio Hellín Moro e Ignacio Abad Velázquez subían para secuestrarla. Al enterarse de su muerte al día siguiente, por la prensa, Juan Carlos Rodas Crespo sorprendido, y arrepentido por el resultado final de lo que creía era un simple interrogatorio, denunció los hechos ante sus superiores policiales de Getafe, lo que aceleró las investigaciones y la resolución del caso.

Emilio Hellín Moro e Ignacio Abad Velázquez tras engañar a Yolanda exhibiendo enseñas policiales falsas, reducirla, y registrar de forma rápida las habitaciones (temerosos de que los otros inquilinos de la vivienda ingresaran de forma sorpresiva), la secuestraron y fue llevada en el automóvil de Emilio Hellín Moro por ambos, siendo maltratada e interrogada por el camino, hasta el lugar de su asesinato, donde una vez bajada del vehículo fue disparada, con una pistola P-38 Walther, calibre 9 milímetros Parabellum por Emilio Hellín Moro dos veces a unos 70-80 centímetros en la cabeza (región temporal derecha, con sendos orificios de salida en la región occipital izquierda), y rematada por Ignacio Abad Velázquez con otro disparo (cara externa del antebrazo derecho, con orificio de entrada y salida que posteriormente produjo contusión erosiva en la mama izquierda) con una pistola Star calibre 9 milímetros Parabellum, estando aún con vida, según relata la sentencia condenatoria. El cadáver de Yolanda fue encontrado por dos trabajadores en torno a las 9 de la mañana del día 2 de febrero de 1980 en un camino cercano al kilómetro 3 de la carretera que une Alcorcón con San Martín de Valdeiglesias(Madrid).

En el momento del hallazgo del cadáver, Yolanda vestía debajo de su jersey una camiseta blanca con el escudo de las siete provincias vascas y una medalla con el lauburu, lo que llevó a la policía a determinar que el crimen tenía connotaciones políticas.

Los autores del asesinato lo justificaron diciendo que Yolanda pertenecía a un comando de ETA, en Madrid y como venganza por el asesinato a primera hora de la mañana del día 1 de febrero de 1980 de 6 Guardias Civiles en  Ispáster en un atentado de ETA. Unas acusaciones absurdas e imposibles ya que el PST al que pertenecía Yolanda González Martín no formaba parte de la izquierda abertzale y sus postulados no eran nacionalistas sino internacionalistas y rechazaba explícitamente la violencia de ETA.

El asesinato fue reivindicado por Emilio Hellín mediante un télex enviado a la agencia EFE, firmado por el denominado “Grupo 41″ del Batallón Vasco Español con estas palabras:“El Batallón Vasco Español, grupo operativo-militar, reivindica el arresto, secuestro y ejecución de Yolanda González Martín, natural de Deusto, integrante del comando de ETA, rama estudiantil-IASI-, del que también forman parte otras dos personas con domicilio en Madrid y que utilizan como tapadera y acción de masas a grupos políticos de ideología trotskista y maoísta, donde se amparan sus actividades.

Por una España grande, libre y única.

¡Arriba España!”.

La Audiencia Nacional procesó (1980), juzgó, sentenció y condenó (1982) por dicho acto criminal a: Emilio Hellín Moro, Ignacio Abad Velázquez, José Ricardo Prieto, Félix Pérez Ajero, Juan Carlos Rodas, y David Martínez Loza, a diversas penas según su implicación penal, bajo el Código Penal vigente en su momento, en los hechos enjuiciados:

•Emilio Hellín Moro (algo más de 43 años de condena), asesinato, allanamiento de morada, detención ilegal, depósito de armas de guerra, armas de defensa, municiones, tenencia de explosivos, falsificación de DNI, uso público de nombre supuesto.

•Ignacio Abad Velázquez (algo más de 28 años de condena), asesinato, allanamiento de morada, detención ilegal, tenencia ilícita de armas.

•Félix Pérez Ajero (algo más de 6 años de condena), allanamiento de morada, detención ilegal, tenencia ilícita de armas.

•José Ricardo Prieto (algo más de 6 años de condena), allanamiento de morada, detención ilegal, tenencia de explosivos.

•David Martínez Loza (algo más de 6 años de condena), inducción de allanamiento de morada, detención ilegal. Era en el momento de la comisión del delito Jefe Nacional de Seguridad de Fuerza Nueva.

•Juan Carlos Rodas (3 meses de condena), allanamiento de morada, detención ilegal. La levedad de la condena se debe a su colaboración con la justicia.

El Tribunal, sin embargo, no quiso condenarles por asociación ilícita o banda armada, aduciendo que para ello  se necesitaban requisitos tales como mayor número de integrantes, jerarquía orgánica, y otros. Las penas impuestas fueron superiores a las que pedía el Ministerio Fiscal y las acusaciones particulares. Las condenas fueron impuestas por la sala 1 de lo Penal de la Audiencia Nacional.

En 2013 se divulgó que Emilio Hellín habría estado trabajando para los Cuerpos y Fuerzas Generales de la Seguridad y del Estado en técnicas de espionaje y rastreo informático con los diversos gobiernos de la democracia. Según manifestó después el interesado, no se trataba Emilio Hellín, fallecido en 2008, sino Luis Enrique Hellín, su hermano. Sin embargo, en 1996 habría cambiado su nombre como refleja el acta de nacimiento. El Ministerio del Interior confirma la contratación de sus servicios para instruir a los policías en diferentes cursos desde 2006 a 2011. El diario Público (fuente Europa Press) informó de que cuatro agentes de la sección de Nuevas Tecnologías de la Policía Científica de la Ertzaintza asistieron a un curso impartido por dicha empresa en Madrid en el año 2008. Para Asier González, hermano de Yolanda, Emilio Hellín daba cursos a policías por la pervivencia del franquismo en las instituciones españolas. En junio de 2013, pasados tres meses después de conocerse la noticia la respuesta del Ministerio del Interior seguía siendo el silencio.


sábado, 19 de enero de 2019

50 ANIVERSARIO DEL ASESINATO DE ENRIQUE RUANO POR LA DICTADURA FRANQUISTA


EN EL 50 ANIVERSARIO DEL ASESINATO DE ENRIQUE RUANO POR LA DICTADURA FRANQUISTA

 

(la foto el Pais)Cuando la policía de Franco suicidaba estudiantes. Fechas para recordar, 20 de Enero de 1969.

Enrique Ruano Casanova (1948 - Madrid, 20 de enero de 1969) fue un estudiante de derecho y militante antifranquista español, muerto en circunstancias no esclarecidas mientras se encontraba bajo custodia de la Brigada Político Social, la policía política del régimen franquista.

Enrique Ruano Casanova, estudiante y miembro del Frente de Liberación Popular, uno de los grupos políticos que lucharon en España contra el franquismo, murió el 20 de enero de 1969, a resultas de una caída desde la ventana de un edificio, al que había sido llevado por la Brigada Político Social, que le había detenido tres días antes.

EL MOMENTO

1969 comenzó en España en un ambiente políticamente convulso. Las huelgas de obreros y estudiantes contrarios al régimen, dentro de las cuales se debe encuadrar lo ocurrido con Ruano, llevaron al Gobierno a decretar en todo el territorio español el estado de excepción que decretaba la suspensión de garantías y establecía una censura de prensa más estricta, y duró hasta el 24 de marzo.

Enrique Ruano fue detenido el 17 de enero de 1969, por arrojar en la calle propaganda de su partido, y trasladado a Comisaría. Tres días más tarde, fue llevado a un edificio de la calle Príncipe de Vergara (entonces General Mola) de Madrid, para efectuar un registro de la vivienda, y allí cayó por una ventana del séptimo piso.[1]

“El cadáver está en decúbito supino, con los brazos encogidos, así como las piernas flexionadas, habiendo a la altura de la cabeza y hacia el lado derecho un charco de sangre… Se encuentra vestido con ropa interior blanca, jersey azul oscuro, pantalón gris, calcetines verdes y zapatos marrones”, eso decía el atestado del juez.

La muerte de Enrique Ruano, fue considerada por el movimiento antifranquista como un asesinato, y se produjeron diversas movilizaciones en protesta por los hechos.

LAS CONSECUENCIAS

Varios intelectuales, ente ellos Fernando Savater, apoyaron también la tesis del crimen político, del asesinato, que fue creciendo ante las contradicciones de la versión oficial, que fue variando con el paso de los días.

El suceso, fue presentado oficialmente como un suicidio, se dijo que el joven echó a correr y se arrojó por la ventana, e incluso se llegó a presentar un supuesto diario en el que se expresaban ideas suicidas y que fue filtrado a la prensa como del estudiante fallecido.

Manuel Jiménez Quílez, director general de Prensa a las órdenes del MinistroManuel Fraga Iribarne, movilizó al diario ABC –dirigido entonces por Torcuato Luca de Tena- y encargaron al periodista–policía Alfredo Semprún que con aquellos mimbres preparara un reportaje “definitivo” acerca de las razones del suicidio.

Manuel Fraga llamó por teléfono al padre de Ruano para amenazarle y que así dejara de protestar. Fraga le recordó que tenía otra hija de la que ocuparse. Fraga se refiere en uno de sus libros a que hubo lo que llama “un intento minoritario de declararme persona no grata en la Universidad”.

Dentro del panorama general de los últimos años del Franquismo, el suceso tuvo una repercusión relativa; con mayor fuerza en ambientes universitarios. No hubo una investigación seria de lo ocurrido, aunque hubo una denuncia de varios abogados para que fueran investigados los hechos, que no siguió adelante. La familia consiguió que el Tribunal Supremo ordenara en 1994 reabrir el caso, pero sólo en 1996, 27 años después, fueron encausados los tres policías que se encontraban con Enrique Ruano cuando éste cayó.

El sindicalista José Luis Úriz recuerda en su testimonio “Peleando a la contra” el momento en que fue detenido y torturado cuando estudiaba ingeniería de telecomunicaciones en Madrid por el inspector Juan Antonio González Pacheco, conocido como Billy el Niño. Mientras golpeaba a Úriz, otro policía que participaba en el interrogatorio le dijo al torturador: “ten cuidado que se te va a ir la mano otra vez y lo vas a matar”, y respondió según el relato de Úriz: “no importa, hacemos como con Ruano, lo tiramos por la ventana y decimos que se quería escapar”.

El abogado José María Mohedano afirmó que ahora se sabe que uno de los policías le disparó antes de arrojarle por la ventana del séptimo piso y, posteriormente, serraron el hueso de la clavícula para que no apareciese la bala, falseando después la autopsia.

El proceso, complicado por la extraña desaparición de algunas pruebas como un trozo de la clavícula del joven, en la que los querellantes dijeron que debía hallarse la evidencia de un disparo, que habría sido para ellos la causa de la muerte, finalizó con la absolución de los tres policías, ante las discrepancias de los Peritos Médicos en el juicio, aunque con un voto particular de uno de los miembros del Tribunal, que disintió de ese veredicto.

El entonces director del diario “Abc”, Torcuato Luca de Tena, confesó que Manuel Fraga Iribarne le dio la orden de publicar anotaciones del diario íntimo de Ruano, manipulándolas a fin de que pareciese una persona inestable que se había suicidado. El comisario jefe de la Brigada Político Social se dejó ver en el juicio como un pobre anciano que se limitaba a recibir las pedradas de los estudiantes. El director general de Seguridad, el coronel Eduardo Blanco, había fallecido ya.

El Tribunal consideró que, en todo caso, se produjo una deficiencia en la custodia del detenido por parte de los agentes, cuya consecuencia fue su muerte. Los tres policías que le detuvieron, Francisco Luis Colino, Jesús Simón Cristóbal y Celso Galván, recibieron en febrero de 1969, un mes después del asesinato, una “felicitación por los servicios prestados”. En total, antes de jubilarse como comisarios, los tres fueron condecorados veintiséis veces. La mayor parte de las condecoraciones les fueron otorgadas después de 1975. Celso Galván perteneció a la escolta de la Casa Real. Él y Colino fueron destinados después a cargos de libre designación dentro de la Delegación del Gobierno en Madrid y Simón fue nombrado Comisario en Torrejón de Ardoz, Madrid, ya con el gobierno del PSOE y José Barrionuevo como ministro del Interior. Nunca mostraron el menor gesto de arrepentimiento ni de pesar.

Enrique Ruano era compañero de colegio de Alfredo Pérez Rubalcaba, ex vicepresidente del Gobierno y exMinistro del Interior de España. La indignación por la muerte de su compañero fue lo que impulsó a Rubalcaba a introducirse en el mundo de la política y a afiliarse al Partido Socialista Obrero Español.



 

jueves, 17 de enero de 2019

SE CUMPLE UN SIGLO DE LA HUELGA DE LA CANADIENSE


Se cumple un siglo de la huelga de La Canadiense

Se cumple un siglo de la huelga de La Canadiense, hito en la historia del movimiento obrero español y mundial que debe servirnos como ejemplo para combatir la tiranía global que nos está machacando. Lo que hicieron los trabajadores de La Canadiense es un ejemplo de lo que hay que hacer ahora...

Hoy, cuando se cumple un siglo de aquella huelga histórica, de aquellas conquistas impresionantes por personas con muy escasa formación pero con la conciencia muy clara de quienes eran ellos y quien el enemigo, vemos como todo por lo que lucharon está siendo pisoteado y eliminado sin que apenas se oigan voces, sin que el país se vea sacudido por la furia, la energía y la dignidad de miles y millones de excluidos, explotados, parados incapaces de armar una acción enérgica y solidaria que les diga a los del poder hasta aquí habéis llegado.

La huelga de la Canadiense y la jornada de 8 horas Para la burguesía, el anarcosindicalismo se estaba convirtiendo en una clara amenaza para el orden social que sustentaba su hegemonía social y económica. La prueba de fuego entre ambos se inició el 5 de febrero de 1919 con el conflicto de la Canadiense en Barcelona, una huelga mítica en la historia del sindicalismo libertario por su importancia, duración y dimensiones.

Mientras en Berlín habían asesinado a Rosa Luxemburgo el 15 de enero, en Barcelona, durante las semanas previas a la huelga, había incidentes entre libertarios y ugetistas, con algún asesinato durante la huelga de tipógrafos; acusaciones de Pestaña contra Cambó (Lliga Regionalista) sobre la intención de asesinarlos a él y a Seguí; suspensión de las garantías constitucionales; clausura de sindicatos; detenciones de dirigentes y activistas libertarios; buques de guerra en el puerto y censura de prensa. La cuestión de fondo que alimentó la huelga fue, además del derecho a la sindicación, el intento de forzar a la patronal al reconocimiento definitivo de la CNT como la interlocutora del mundo del trabajo en Cataluña.

 La huelga de la Canadiense (llamada así porque el principal accionista de la Compañía era el Canadian Bank of Commerce of Toronto) se prolongó por 44 días convirtiéndose en huelga general paralizando el 70% de la industria catalana. El conflicto comenzó al organizarse entre el personal de oficinas, un Sindicato Independiente, que el gerente de La Canadiense, Fraser Lawton, nunca aceptó, por lo que éste empleó como estrategia hacer fijos ocho empleados eventuales y rebajarles el sueldo. Éstos protestaron con el argumento de que: «a mismo trabajo, mismo sueldo». Estas ocho personas, que eran precisamente las que habían organizado el Sindicato Independiente dentro de la empresa, inmediatamente fueron despedidos por Lawton. Cinco de los sancionados pertenecían a la sección de facturación y sus compañeros, en acto de solidaridad, el día 5 de febrero de 1919 se declararon en huelga hasta que se readmitiera a sus compañeros despedidos. Los 117 empleados de la sección de facturación se dirigieron hacia Gobernación para hablar con el gobernador, que les prometió que intercedería por ellos ante la empresa, si volvían al trabajo. Cuando éstos volvieron, se encontraron con fuerzas de la policía que les impedían el paso, no dejándoles entrar al interior del edificio, produciéndose diversos incidentes y quedando todos ellos despedidos. Al día siguiente la noticia corrió por Barcelona como un reguero de pólvora.

Los huelguistas buscaron la ayuda de la CNT, que se involucró en el conflicto. Se nombró un comité de huelga que lo formaron varios de los despedidos y miembros de la CNT y que estuvo liderado por Simó Piera. La huelga se extendió hacia los encargados de la lectura de contadores.

Contado la huelga con un amplio apoyo popular —se formaron cajas de resistencia que recaudaron 50.000 pesetas en una semana— el gerente de la empresa propuso una negociación cuya fecha fue fijada para el 17 de febrero en el edificio de la compañía y a la que acudiendo cinco delegados en representación de los trabajadores. Cuando el gerente se enteró que entre los delegados había un afiliado a la CNT no quiso negociar.

Los huelguistas iniciaron cortes en el suministro eléctrico, quedando Barcelona prácticamente paralizada a las cuatro de la tarde del 21 de febrero, aunque había otra compañía —Energía Eléctrica de Cataluña— que seguía suministrando energía. El 4º Regimiento de zapadores y algunos marineros ocuparon la sede de la empresa y llegó a la ciudad un nuevo gobernador militar, Martínez Anido. Con el permiso de los inversores, Romanones confiscó la empresa y los ingenieros militares consiguieron iluminar la ciudad la noche del 22.

El día 23 se unieron a la huelga los trabajadores de la compañía Energía Eléctrica de Cataluña, lográndose el paro total de las compañías eléctricas. El 26 los trabajadores de las compañías de aguas y del gas se sumaron a la huelga, por lo que dichas empresas también fueron confiscadas.

El 3 de marzo los trabajadores de la central eléctrica de Sant Adrià del Besos secundan la huelga y el día 5 el general Milans del Bosch dicta un bando para llamar a la movilización a todos los hombres entre 21 y 38 años del ramo de la electricidad que tan solo sale publicado en el Diario de Barcelona. Los cenetistas convocados para la movilización decidieron el 7 de marzo no incorporarse a filas, lo que provocó que fueran encarcelados. En totol, unos tres mil trabajadores llenaron las prisiones, el castillo de Montjuïc y los buques de guerra del puerto, sometidos a la jurisdicción militar, puesta al servicio de la patronal catalana tras la declaración del estado de guerra el 12 de marzo. Barcelona fue ocupada por los militares y las cajas de resistencia podían llegar a recoger decenas de miles de pesetas semanales. Romanones se inclinó por algunos nombramientos políticos para propiciar el diálogo y el día 15 se abrieron las negociaciones.

El 17 se llegó a un acuerdo, se levantó la censura roja (que ejercía el Sindicato de Artes Gráficas) y el estado de guerra. Dos días después concluía la huelga con un balance bastante favorable para los trabajadores: jornada de ocho horas, mejoras salariales, readmisión de los despedidos y libertad para los detenidos. Unas 20.000 personas se congregaron ese día en la plaza de toros de las Arenas para ratificar el acuerdo, pero el propio Seguí fue recibido con un importante abucheo porque algunos trabajadores seguían detenidos por los militares. Para el «Noi del Sucre» se trataba de elegir entre la consolidación de las mejoras conseguidas o rescatar por la fuerza a los detenidos, con el consiguiente baño de sangre, que podía ser el inicio de la revolución social; pero, aunque dominaban las calles, ¿estaban en condiciones de vencer a los militares? Acordaron volver al trabajo y dar un plazo de tres días para la libertad de todos los detenidos.

Con el apoyo de Lliga, Milans del Bosch optó por no liberar a los detenidos. Burgueses y militares esperaban acabar con los anarcosindicalistas si éstos optaban por la huelga general revolucionaria. Los más radicales acabaron convocándola el 24 de marzo, y el 25 el capitán general declaró por su cuenta el estado de guerra. Al día siguiente, unos ocho mil paramilitares del Somaten salieron armados a las calles de Barcelona bajo la dirección del nacionalista Ventosa Calvell. El propio Cambó afirmó que se había paseado con un fusil por las calles de la ciudad. El día 30 el estado de guerra se extendió a toda España y el 1 de abril la huelga general abarcaba las ciudades más industrializadas de Cataluña. Al día siguiente todos los sindicatos fueron clausurados, aunque Romanones decretó la jornada de ocho horas a partir de octubre para desbrozar el camino de la vuelta al trabajo, hecho que se empezó a producir a partir del día 5. Los partidarios de la huelga habían sido derrotados, y con ellos la sensación de imbatibilidad que acompañó a la CNT durante la huelga de la Canadiense.

El grupo de presión formado por los militares y la Lliga, ésta a través de la patronal, se había impuesto a las decisiones del gobierno, que dimitió. La burguesía catalana, que propugnaba la reforma del estado para acomodarlo a sus intereses, se había aliado con los militares hasta el mismo límite del golpe de estado, también para defender sus intereses económicos. No era la primera vez. Ya habían llevado a término una campaña de delación tras la Semana Trágica; llevaban años oponiéndose a las reformas sociales de diferentes gobiernos en nombre de la no intervención, pero pidiendo la intervención del ejército contra los trabajadores, es decir, propiciando el militarismo. Tampoco sería la última, porque apoyarían el golpe de Primo de Rivera en 1923 y contribuirían a financiar el golpe de 1936.